domingo, febrero 05, 2012

Viejo andén

Vicente Herrera Márquez


Viejo andén pintado con colores de sur y viento,
que la inclemencia del tiempo y la indolencia del hombre
te fue royendo paredes de madera, adobe, ladrillo o piedra,
y corroyendo las chapas que en su tiempo cantaron con el granizo.
Viejo andén por el que anduvo mi abuelo en la primavera de su tiempo,
con rosas rojas en una mano y con la otra agitando un pañuelo blanco,
esperando a esa linda moza que vino desde lejos queriendo ser mi abuela.
Viejo andén por el que deliró mi padre en la madurez de su vida,
esperando en trenes de luto el regreso de mi madre muerta.
Viejo andén por el que corrí en los años que me vestí de niño,
viendo llegar los coches con pasajeros ansiosos y valijas llenas de sueños.
Viejo andén maltratado por el tiempo y los intereses del hombre,
que insensible se olvidó del romance de los trenes con el viento.
Viejo andén hoy te estoy viendo en el fulgor de ese tiempo,
con los ojos de aquel niño que va escondido bajo un atuendo longevo.
Viejo andén, remozado o nuevo, hoy quiero volver a verte
y al andarte con mis trancos cansinos y los inquietos pasos de nietos,
recordar los tiempos en que anduvo mi padre de la mano de mi abuelo.
Andén de sur patagónico, acariciado por el soplo de los tehuelches,
aquí estoy en la estación de mi pueblo esperando que vuelva el tren.

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