jueves, junio 05, 2014

Por el camino de la sidra



            Vicente Herrera Márquez

               
              Cuando termina el verano van hincados, no van rezando,
              van cogiendo las manzanas,
              que zamarrearon del árbol soñando con buena sidra.

              Cuando comience el próximo  verano tú pasearas tu garbo
              por una playa de Guipúzcoa.

              No todas las manzanas serán sidra en paladar,
              El otoño corre y la selección avanza hacia el tiempo del lagar.

              En ese tiempo de cielo azul tu piel tentará al mar y al sol,

              La prensa otoñal espera para estrujar el zumo espirituoso de la fruta.

              mientras leerás poemas, tendida en arenas de Vizcaya.

              Y ya corren los mostos trazando  camino  hacia un remanso,

              Días después, altiva, enfrentarás las olas de Cantabria,

              el zumo va directo a fermentar en frio tonel de acero inoxidable,
              luego reposa… fermenta… madura… reposa…

              o te sumergirás desafiante en alguna playa  asturiana,

              Pasa el tiempo y el mosto termina madurando en madera de castaño.
              Ya sidra, en botellas, se impregna con burbujas espumantes.

              para luego aparecer montada en la cresta de una ola
             envuelta en la espuma del verano  
             en Mundaka, Rodilles, Somo, Merón o La Grande.

             Y cuando maduren las cerezas y nazcan los pichones,
             desde tu boca a la mía escanciaremos la sidra,
             que fermentó en el invierno esperando besos de estío.

             Y será en Asturias, en Cantabria en Vizcaya o en Guipúzcoa,
             en alguna playa escondida del largo norte de España,
             con sol de verano ardiente,  además de sidra y besos,
             y con mis palabras y las tuyas, a orillas del Cantábrico,
             si tú quieres, en la arena escribiremos  poesía.

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