lunes, abril 09, 2012

Mi graduación

Vicente Herrera Márquez


Cuando en algún momento del tiempo
alguien o algunos me den el titulo de poeta,
ya no estaré, hará tiempo que no estaré,
para levantar mi copa por ello.
Pero mis huesos,
si es que algunos quedan y pueden,
zapatearan y bailaran
la cueca que nunca en vida supe bailar.
Y mi pluma que en algún lugar olvidado
estará durmiendo mi ausencia,
despertará y evocando sentires de antaño
dibujará los versos que no alcance a escribir.
Y mi teclado,
¡Ese teclado hecho pluma!
Ese teclado con restos de queso y empanadas,
ese teclado manchado con gotas de vino y de ron,
recordará y sólo tecleará los momentos
que vio besos, caricias, y aquel orgasmo final.
Cuando me nombren poeta, si así fuera, serán otros tiempos.
Será tiempo de otra democracia o quizás de un tirano,
que quiso aprovechar mis versos para darle sentido a su fin.
Será espacio de carreteras en el aire y viajes instantáneos.
Será tiempo de aire envasado en burbujas de material desechable,
que en el tiempo restante no se podrá degradar.
Sera algún momento del periplo de la Vía Láctea,
en que la poesía será un bien de consumo solo de los marginados.
Si así llegara a ser,
con toda razón mis huesos orgullosos bailarán cueca,
y la pluma, y el teclado, hembra y macho de la escritura,
en concubinato virtual gritaran en orgasmo,
porque mi poesía en el tiempo logró conquistar un sitial.

©Derechos Reservados.

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