martes, febrero 14, 2012

De repente no pienso en ti

Vicente Herrera Márquez
 
De repente no pienso en ti
y me doy cuenta la largura del tiempo que ha pasado.
Me doy cuenta que ya hace rato que terminó ayer
y ya estamos pisando el umbral de la mitad de mañana.

De repente no pienso en ti
y me encuentro perdido divagando en tiempo actual.
Supongo que el reloj ha corrido y del calendario volaron los meses.
Veo que esta nevando en Santiago y en La Alameda se reúnen miles de paraguas.

De repente no pienso en ti
y veo como marchan estudiantes y trabajadores por las calles.
Veo políticos que corren como camaleón entre la muchedumbre
Buscando acomodarse para no perder su envestidura.

De repente no pienso en ti
y leo en el periódico que en el mundo hay crisis, huelgas y guerras.
También leo que hay terremotos, tsunamis inundaciones y huracanes
y me acongoja saber que hay países donde los pobres mueren de hambre.

De repente no pienso en ti
y me acuerdo que hay obligaciones que tengo que cumplir.
Que tengo que ver al médico por ese dolor persistente de la espalda
y que tengo que dedicarle más atención al trabajo, si no, me van a despedir.

De repente no pienso en ti
y me doy cuenta que si quiero estar al día
debo ver el noticiero, leer la presa, escuchar al vecino,
abrir los correos, contestarlos y leer los blogs de los amigos.
De repente no pienso en ti
y siento que debo seguir el tiempo del reloj.
Ocupar el calendario en vivir sus días, saber del mundo y de mi entorno
saber qué pasa, qué no pasa, trabajar, sentarme en la plaza y mirar.

De repente no pienso en ti
y al pasar la mano por mi rostro ésta palpa las huellas del camino
y los dedos se enredan en la barba que ha crecido como el trigo.
Por eso creo que no debo vivir pensando tanto en ti.

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