lunes, abril 09, 2012

En cuarto creciente

Vicente Herrera Márquez


Trato de escribir algo.
La ventana de internet me mira de norte a sur.
De sur a norte a través de los vidrios la veo a ella,
que va displicente en cuarto creciente.
Es tarde, la medianoche hace rato se fue a dormir,
hace calor, mi torso desnudo se envuelve con brisa tibia
que entra por la ventana donde la veo a ella,
que indiferente sigue avanzando en cuarto creciente.
Veo que lentamente cambia de vidrio y corre buscando al sol.
La noche que empezó larga ya no lo es tanto y otra hora marca el reloj.
Las letras, que yo esperaba, aun no llegan,
los dedos tamborilean impacientes y el teclado espera.
¿Estarán detenidas en los semáforos que se quedaron en luces rojas?
¿Se habrán perdido por autopistas y avenidas de la ciudad?
¿Se enredaron en cabelleras de calles alegres y pecadoras?
¿O pasaron a algún bar a confabularse y trazar un plan,
para que yo escriba lo que ellas quieran y no lo que sienta yo?
No se dan cuenta que mientras la noche corre,
que mientras la luna crece e incitante se acerca al sol,
que mientras el nivel del vino baja en la copa,
sorbo a sorbo va menguando mi reserva de inspiración.
Cuando lleguen, si es que llegan, estaré dormido
y mis palabras pensadas o las que ellas querían que yo escribiera
al irse la noche se perderán, cuando la luna excitada copule con el sol.

©Derechos Reservados.

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