martes, febrero 14, 2012

Susurros, gritos y silencios

Vicente Herrera Márquez

 
En el preludio son susurros vestidos de impaciencia,
luego quejidos que despojan apurados fibra y algodón.
En el clímax son gritos desnudos de placer compartido.
Y el orgasmo es sublime conjunción de luna y sol,
en primavera seguida de silencio y ansiedad.
Ansiedad de más susurros, más gritos, más silencios…
Y desde el silencio, nuevamente brotan susurros agitados,
que se esparcen como viento tibio por el cuarto.
Luego pasión sin freno y como torrente desbordada,
que rebasa las riberas más lejanas de la cama.
En el climax son gritos de liberación de esclavitud,
de huida del encierro en cárcel convencional oscura y fría.
Y el orgasmo es sinfonía de violines, es concierto de guitarra
retumbe de timbales y tronar furioso de cañones…

Luego un cigarrillo, una copa de ron y silencio satisfecho…
Un roce, una mirada, nuevamente susurros impacientes,
y un viento caliente que inunda el valle de tus sábanas,
preludiando otra danza ardiente entre violines y cañones.

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