sábado, febrero 07, 2015

¿14 de febrero o 15 de julio?




Creo que lo nuestro no requiere de un 14 de febrero, tampoco de un día señalado en el calendario, una fiesta  o ceremonia con el nombre del amor y tampoco es necesario  una flor o una caja de bombones (Aunque hay que reconocer que el color y aroma de una flor o el sabor excitante del chocolate complementan el amor)
Sí debe haber  un abrazo sincero, un beso cariñoso y una pocas palabras bien dichas que digan todo lo que dicen todas las palabras. Abrazo, beso y palabras de amor.
Nuestros serán, aún con altibajos, distancias, entredichos, malos entendidos y adioses aparentes, todos los días con sus noches que sumen doce meses, que vayan de verano a verano, de invierno a invierno  o de cualquiera estación a cualquiera estación, puesto que en nuestro caso el día es el mismo aunque vivamos en estaciones inversas.
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El día, desde tempano conjugó verbos e inventó adjetivos, jugó con palabras y charadas adornadas con miradas y caricias que acortaron las horas apurando el tiempo del romance
Y aquella noche que fue ocaso de lunes y amanecida de martes, de un día de primavera del norte y otoño del sur, en un refugio escondido aledaño a la ribera de un rio que nace cantábrico y muere mediterráneo, allí cerca de donde anidan las cigüeñas,  se confabularon versos sureños con la noche de Navarra. Se unieron labios en beso como conjuro de razas. Se humedecieron sabanas con sudor de piel de latitudes distantes y se conjugó el amor en plenitud.
Por eso, como el amor nace, se conjuga y se consuma en cualquier momento y lugar un día cualquiera, su día debe ser aquél  y no una fecha determinada para lucrar.
Por lo tanto que no vengan comerciantes y mercachifles de ocasión inventando slogans que exaltan sentimientos, fabricando ropajes que no son más que disfraces temporales para una situación que solo busca ganancias en nombre del amor e imponiendo por decreto comercial celebrarlo con compra y venta de regalos.
Por eso amor, nosotros, aunque estemos distantes el uno del otro volvamos a conjugar hoy y todos los días, en plenitud el verbo amar.

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