sábado, octubre 20, 2007

Invítame a cenar

Vicente Herrera Márquez

Hoy por la noche, a las diez, invítame a tu casa,
hace tiempo que lo anhelo, espérame a cenar.
¿Cuál es el problema? Yo te ayudo a cocinar,
me gusta la cocina y en ella algo se yo hacer.
Yo llevo los ingredientes, ¿tu? tu agrégale el sabor.
También yo llevo el vino, los bombones y las flores,
tu regala a mis ojos tu belleza y solo pon las copas,
las llenamos y un brindis, un brindis por los dos.
Mientras tu pones flores, candelabro y mantel largo,
yo cocino el manjar con que te quiero agasajar.
Prepararé una entrada, una crema y plato fuerte,
de postre queso y rojas frutas, luego vendrá el café.
El bajativo lo libaremos de los labios embebidos
en ese vino dulce ardiente, que a ti te gusta tanto.
Y al calor del vino y el dulzor de nuestros besos
la luz se ira escondiendo tras las cortinas y rincones,
dejando la penumbra que requieren las siluetas,
para dibujarse en las sombras apretadas en abrazo.
La música con cadencia de romanza será armonía
acompañada en melodía por suspiros y susurros,
que brotarán sin temores de tu boca y de la mía.
Tu alcoba estará esperando ansiosa la llegada
de dos cuerpos que por tiempo se desean
y por dichos sin pensar crean espacios de distancias.
Tu cama será aposento, tu cuarto será el testigo
de deseos contenidos y caricias reprimidas,
sentimientos que se guardan en los rincones oscuros
a la espera que el tiempo abra o rompa las persianas.
Libres vivamos la noche, no pensemos en mañana
dame tu boca, tu piel, tu cuerpo, apodérate del mío.
Sintamos nuestros tiempos, gocemos del amor,
soltemos los corceles, cortemos las amarras de las naves,
transitemos los senderos del deseo, gritemos la pasión.
Esta noche será nuestra, desterremos los temores.
Mi amor, que esta noche sea el comienzo de la vida.
Todo puede empezar a las diez, si me invitas a cenar.

Página guardada

Vicente Herrera Márquez

¿Te cuento?

A punto estuve de escribir en esta página
este poema sentido que nació en días de dolor:

“Esta página la guardaba para escribir amor,
para llenarla de besos y teñirla de pasión.
Pero como se alarga y se siente la ausencia,
en ella, con pena, tendré que escribir tu adiós”.

Por suerte no lo alcance a escribir.

Hoy si quiero llenar esta página y no guardarla,
para nunca escribir en ella la ausencia de tu amor.

Quiero dejarla grabada y para jamás borrar.
Con los besos y caricias que he vuelto yo a sentir.
Con las palabras sinceras que tu pluma me escribiera.
Con el abrazo apretado del reencuentro en el camino.
Con el te quiero espontáneo que dibujaron tus labios.
Con las miradas cargadas de caricias contenidas.
Con las oraciones ardientes de deseo y de pasión.
Con el cariño escondido en mis poemas de dolor.
Con nuestros labios sedientos ansiosos de besar.
Con la emoción contenida por ausencia de palabras.
Y con la canción del te quiero, cantada en dúo de amor.

jueves, octubre 18, 2007

Soy

Vicente Herrera Márquez

Soy palabras en el aire y el intruso inoportuno
que seduce con susurros y no entrega corazón.
Soy momentos cada tanto que se suman en presente
que no dejan rastros de pasado ni perfumes de mañana.
Soy caricias que se pierden en el viento, soy un soplo
que ni siquiera puede en el aire un remolino dibujar.
Soy el beso que se esconde a la vuelta de una esquina
sin dejar huellas ni dulzor en una boca de mujer.
Soy la voz que se pierde en el ruido de la calle
suplicando por agua que beber y migas de cariño.
Soy espera de esperanzas y posibles imposibles
que se vale de artilugios para metas alcanzar.
Soy obrero que teje y trepa por andamios de ilusiones
persiguiendo en las cornisas ese sueño tan esquivo.
Soy el iluso navegante que enfila contrario a la corriente
creyéndose el Ulises a quien espera una mujer.
Soy retazos de alegrías que se ahogan en tristeza
cuando escucho oraciones que comienzan con un no.
Soy muy poco de lo mucho que pretendo aparentar
creyendo que mintiendo fácilmente triunfaré.
Soy el analfabeto ávido de letras unidas en palabras
que digan a mis oídos lo que mis ojos quieren ver.
Soy el erudito que exige las reglas del lenguaje
sin saber que en el amor no existe ni el punto ni la coma.
Soy el labriego que siembra surcos y los deja sin regar
ignorando que en un yermo, nada, ni el amor florecerá.
Soy el iluso que cree que una flor por si sola hace amor
sin pensar que sin cariño ni mil rosas lograrlo lo podrán.
Soy el fantasma contrahecho de Don Juanes olvidados
que pretende con poemas sin sentido conquistar.
Soy la mentira que para sobresalir se disfraza de verdad
y acomoda las encuestas de la vida a su antojo por ganar.
También soy un pobre enamorado envuelto en traje de poeta,
que corro contra el tiempo y busco como loco entre la gente
los ojos pintados marrón claro que un día de febrero me miraron
y los labios entregados que con besos en mi boca se quedaron.
Pregunto gritando quien sabe donde esta la dueña de mi amor,
aquella que en las noches, un te quiero con un beso me decía,
la misma que en esencia llegaba y en mi cama se escondía
en noches de invierno buscando calor y regalando su cariño.
Soy un tonto que la busca porque nunca la supe retener,
no me detuve a ver en su mirada las caricias de su alma,
ni a escuchar en sus palabras la verdad que me entregaba.
Tampoco supe leer en sus versos la tristeza y el dolor,
que son sus compañeros inseparables desde siempre
y van a su lado apretando el alma y estrujando el corazón.
Soy todo lo que he dicho y soy un loco poeta enamorado
que la buscaré, gritando su nombre por todos los caminos.

domingo, octubre 14, 2007

Desideramor

Vicente Herrera Márquez

Si el silencio acalla las campanas.
Si las tinieblas empañan todos los soles.
Si la escarcha congela el germen de las flores.
Si los hombres se matan en los campos de batalla.
Si la desidia envuelve y paraliza las buenas intenciones.
Si los telares se olvidan tejer las fibras y solo urden telarañas.
Si las esperanzas de la humanidad se tornan en quimeras.
Si los relojes y engranajes giran sin sentido ni razón.
Si la vida es destruida por protones y neutrones.
Si las pantallas de tv solo muestran la miseria.
Si la sangre oscura de mis venas se coagula.
Si mi lucidez se transforma en locura.
Si la vida se me escapa gota a gota.
Si mi mirada se va oscureciendo.
Si mi corazón ya no latiera.
Si me queda aun la voz.
¡Sí! mi voz gritará:
¡Te quiero!
¡Te amo!
Mujer

Nada he aprendido

Vicente Herrera Márquez

Hoy no hay poesía ni rima en mis letras,
el día se vistió de gris y la noche se quedó sin luna,
no esta el embrujo sutil de los momentos de ayer.
Tu alegría, tu risa y tu encanto se ahogan en llanto,
aumentando la pena que siempre a cargado tu alma.

He transitado senderos cargados de huellas,
he recorrido los vergeles y las dunas del tiempo.
Me he sumergido en los escritos del hombre,
me jacto de ser erudito en la historia del mundo
y haber aprendido a golpes de vida toda la lección.
Sin embargo tropiezo y me caigo mil veces,
y me olvido del dolor que sentí y que causé
toda vez que en el camino tropezé y me caí,
a causa del error que prometí nunca más cometer

No soy digno del amor y cariño de ti ni de nadie,
no merezco perdón ni amistad de quienes herí.
Hoy me pierdo en distancias que ayudo a forjar,
hablando en lamentos al sentir que tu ya no estás
y me maldigo a mi mismo por vivir y nunca aprender.

viernes, octubre 05, 2007

Poema de amor

Vicente Herrera Márquez

¡Te quiero tanto!

Y quiero quererte más.
¡Te amo tanto!
Y se que te amaré más.

Despues de la lluvia

Vicente Herrera Márquez

Después de la lluvia el arcoiris,
después de la pena una alegría,
el rictus de amargura se transforma
y en el rostro se dibuja una sonrisa.

El andar pesaroso de la tarde,
al sentir luz de luna entre la bruma
se agiliza y raudo corre en la llanura,
en busca de un beso y un abrazo.

Por momentos las palabras brotan iracundas
y se lanzan al viento caprichosas e impensadas,
sin pensar que en otro libro una mano de mujer
con mente y corazón el amor esta escribiendo.

Después de la lluvia hay que pensar,
que no siempre puede ser un arco de colores,
y a la pena la puede seguir un gran dolor.
Hay que contar los segundos lentamente
antes de gritar y reclamar la sinrazón,
pensando que son dos en toda relación
y que mientras uno produce tempestades
el otro que ha contado todos los segundos
puede estar dibujando un arcoiris con amor.

Mesa para dos

Vicente Herrera Márquez

Mozo, una meza para dos-
-¿Para dos?-
-Sí, para dos, ella llega luego-
-¿Le sirvo algo mientras?-
-Sí, por favor, una gaseosa-
-Servido señor ¿algo más?-
-Traiga algo para picar,
unas aceitunas de la verdes
pistachos y almendras
y por favor ponga música-
-¿Algo en especial señor?-
-Todo lo que tenga de Serrat.-

-¿Le traigo algo mas mientas espera?-
-Siento que viene, champagne por favor,
copas altas, una rosa y suba la música.-
-Su pedido señor ¿destapo la botella?-
-Aun no, esperemos que ella llegue…-
……………………………………...
-Mozo, ahora sí descorche la botella,
y llene las copas que vamos a brindar-
-¿Seguro señor, quiere que llene las copas?-
-Si por favor que quiero brindar con mi amor,
mírela, es preciosa, ¿No cree usted?-
-Mientras brindamos, tráiganos la carta
y otra botella de champagne.-
-De inmediato, lo que usted diga señor.-
………………………………………
-¿Ya eligió señor lo que se va a servir?-
-Aún no, pero esperemos que ella se decida.
Es linda, es la más hermosa ¿Qué piensa usted?
Mientras decide traiga otra botella por favor,
por que hoy estamos celebrando nuestro amor.-
-Aquí tiene señor, otra botella del mejor.-
- Gracias amigo, llene las copas por favor.
-La suya querrá decir usted señor.-
-Las copas le dije, la mía y la de ella tambien.-
-Pero esta aun esta llena señor.-
-Deje yo las lleno, así brindamos otra vez
mientras ella decide que vamos a comer.-
………………………………………..
-Mozo, la cuenta por favor, nos vamos. –
¿Cómo y el señor no va a comer?
-No a ella no le gusto usted ni el restaurant,
y además tardan mucho en atender-
-Pero señor todo el tiempo usted ha estado solo-
¿Como solo, acaso no pedí una mesa para dos?
Entonces usted esta ciego y no ve a mi amor,
vamos preciosa, recorramos la ciudad
y busquemos otro mozo y otro restaurant,
donde si haya una mesa para dos.

Al sustantivo el verbo

Vicente Herrera Márquez

Pregunto ¿Qué es esto?
Precisa respondes:
Esto es querer
Ahora pregunto ¿Me quieres?
De inmediato respondes:
Pues, claro que si
Entonces pregunto
¿Querer es amar?

Pregunto ¿Que es esto?
Respondes con fuerzas:
Esto es amor.
Te pregunto ¿Me amas?
Muy claro lo gritas:
No, no te amo.
Entonces pregunto
¿Dónde esta el amor?

Al querer: yo quiero.
Al amar: yo amo.
Te quiero al querer.
Te amo al amar.
Al amor el amando,
El queriendo al querer.
Al sustantivo el verbo
y no hay vuelta que dar.