viernes, febrero 17, 2012

Tiempo de retorno

Vicente Herrera Márquez

Te fuiste una mañana clara de septiembre,
cegada por el brillo atrayente de la aurora.
Batiste tus alas sedientas de otros cielos
y enfilaste tu juventud directo a las alturas.
No te importaron, ni escuchaste los llamados,
de aquellas aves con mas vuelos en sus alas.
No pensaste en raíces, en lazos ancestrales,
ni siquiera lamentaste el abandono del regazo.

El tiempo y muchas cartas ya han pasado,
imagino que tu nido ya rebasa de cansancio.
Cuando sientas cerca el invierno tempranero;
cuando el peso pliegue tus alas escarchadas
y el brillo de tus plumas no sea como ayer;
no lo pienses y comienza el vuelo de volver.
No importa como vengas, tampoco lo que traigas,
no te preocupes de discursos ni presentes,
no pongas lamentos ni clemencia en tus palabras,
en la vida no hay culpables ni dueños de verdad.
Solo ven con tu tesoro: el pasado y tus pichones,
el nido materno conserva el espacio que dejaste
cegada por el brillo atrayente de una aurora.
Hoy son menos las caricias que te van a recibir
solo son dos brazos y manos de hombre viejo,
pero que tienen el calor que tu madre te dejó.

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