Vine siguiendo
una estela de letras.
Al norte de los
paralelos llegué.
Sin conocer a
nadie, logré hacerme amigo del viento.
Cierzo, viento
travieso hermano de raza indómita y
Amigo de este
poeta errante llegado del sur.
Hicimos el
trayecto verso y preguntamos por dónde,
El tiempo fue
vida en tus ondas y me ayudaste a buscar.
Recorrimos
llanuras, montañas y ríos.
Mientras las
Lamias y alondras nos indicaban los rumbos.
Ora al este, ora
al oeste o algunos pasos al sur.
Sin saber que el
poeta buscaba
A la Lamia más linda, a la reina de todas las Lamias.
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