En un sendero que marcan los
ladrillo de la pared
hay una hormigopista
que recorre la pared del cuarto..
Cientos de negras
amigas corren por ella y no chocan,
unas vienen, otras van;
alguna toma un camino
equivocado,
pero algo la llama y
vuelve a la fila sin fin.
Sólo trabajar para
comer,
comer para trabajar y
procrear.
Caminar, trabajar, comer,
copular y morir.
Y vendrán más hormigas
anunciando aguacero en mayo,
esquivando mis trampas
y comiendo mi mermelada.
Y vendrán más hormigas
en filas sin fin,
tratando de imitar lo
que hacemos los humanos:
trabajar para comer,
comer para trabajar y
procrear.
Caminar, trabajar, comer,
copular y morir.
Y así sucesivamente por
el tiempo de las hormigas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario