miércoles, mayo 16, 2007

Wisky, piel y chocolate

Vicente Herrera Márquez

No fue noche, no fue día,

fueron susurros apagados por cortinas para el sol,
y suspiros alumbrados por la luna en los cristales.
Fueron besos de alcohol, ardor y sabor a chocolate,
fueron manos ebrias teñidas con color de piel,
de piel perlada, humedecida en el rocío del deseo.

Fue noche larga, fue corto el día,
festín de horas guardadas en el bolsillo de la espera.
Fueron horas prisioneras entre cuerpos apretados
que diluidas y estrujadas en momentos presurosos,
escurrieron como agua por debajo de la puerta
y se fueron sin saberlo entre ocaso y madrugada.

Horas largas, momentos cortos,
tiempo ahorrado poco a poco en el trajín de cada dia,
para girarlo cada tanto en las cuentas del amor,
cualquier dia con su noche en una cama de motel,
contando y alargando los minutos que se encogen
y tratar que no se escondan en los punteros del reloj.

Wisky, piel y chocolate,
mezcla fuerte, ardiente y crepitante como fuego,
cóctel de espera y de encuentro en fines de semana,
espíritu de tierra diluido en sumo de grano y sol
con gusto a leche dulce y color-sabor de fruto tropical,
diluido en sudor de pieles excitadas en noche de placer.

1 comentario:

Verena Sánchez Doering dijo...

sabor a placer en momentos, y el que tiempo los hace prisioneros de una noche
me encanto, mil besitos


besos y sueños