martes, diciembre 04, 2007

Cuidado con las pausas

Vicente Herrera Márquez

Distancias, pequeñas e inmensas,
que acortan y alargan el tiempo de amar.
Silencios, momentos de palabras silentes,
testigos que pasan, y los calla el tiempo.
Pausas, que detienen los pasos de amantes,
insensibles no sienten ni cuenta se dan
que pasan, pasan y pasan las horas,
también que suman los días que van
a la vez que restan los días que faltan.
Por eso amor, no te detengas en el camino,
a preguntarle al viento que hacer.
Si tu me quieres querer, quiéreme sin pensar,
porque entre distancias, silencios y pausas
es posible que el tiempo te pueda ganar.

lunes, diciembre 03, 2007

Ven, acércate

Vicente Herrera Márquez

Ven amor, ven, no te detengas,
irrumpe en mi espacio cantando, disipa las nubes de dudas,
hagamos de la vida un pentagrama y entre los dos escribamos el amor.
Quiero colmar de verbos con sentido los reglones que vacíos han quedado,
También llenar las páginas de nuestro libro que parecen hojas de silencio,
delinear un prólogo que perdure sin dejar espacios a epílogos y finales,
escribir no solo por adornarlas con palabras resonantes y asonantes,
sino que para estampar en ellas los te quiero y te amo que he callado
por temor que parezcan simples sonidos que se emiten como ecos repetidos.
Quiero cubrir en tus labios los espacios que por días sin besos se quedaron,
dibujar en tu piel miles de caricias que imaginadas en el aire se perdieron,
pintar en tus retinas las flores y colores de paisajes que olvidamos recorrer,
modular en tus oídos los susurros que por momentos largos no dijeron,
acariciarte no solo por complacer y darles calor a mis manos atrevidas,
sino, que para brotar arpegios de tus cuerdas contenidas, ansiosas de vibrar.
Quiero sentir corriendo en toda la extensión de mi columna un río de placer,
provocar en tus montes, valles y llanuras temblores y torrentes de pasión,
prolongar en minutos extensos los segundos y los minutos en horas sin reloj,
hasta lograr el momento placentero en que ambos alcancemos el final.
Ven acércate amor, juntos abramos espacios y juntos llenemos los tiempos,
quiero fundir mi cuerpo al tuyo buscando la comunión de nuestro amor

jueves, noviembre 01, 2007

Seré lo que pueda ser

Vicente Herrera Márquez

Quiero entrar en el claustro de tu alma
y transitar de tu mente los caminos,
que me lleven a confines escondidos
a buscar en los anaqueles de códigos,
aquellos que alteran tu sueño y tu vigilia.
Quiero descifrar el misterio escondido,
que el destino te entregó como legado,
ese que de un instante al que sigue
transforma en llanto y angustia tu alegría,
paraliza tus manos ansiosas de hacer,
enfría las caricias que quieres entregar
y llena de nubes tu cúpula de luz.
Si esos códigos de formulas lo piden,
seré el matemático que eleve las potencias
para lograr tu amargura erradicar.
Si son leyes las que fueran necesarias,
seré el abogado que raudo las redacte
y luego el juez que las dicte y las implante.
Si es tratamiento con alivio de fármacos,
seré el galeno que no duerma hasta lograrlo.
Si magia es lo indicado para todo cambiar,
seré el mago de pócimas y conjuros
que invente el hechizo para erradicar la soledad.
Si son oraciones que requieran tus creencias,
aún incrédulo, seré fuerza y sostén de tu fe.
Si es cariño y apoyo aquí están mis manos.
Si es oasis de descanso toma mi pecho y mis brazos.
Si es complacencia de deseos mi cuerpo esta esperando.
Si es amor, mi amor es tuyo, tómalo,
me conoces, me sientes y tu sabes que te amo.
Y si solo soy el ignorante que nada podrá cambiar,
siempre estaré a tu lado y mucho amor te brindaré.

El amor no se ha ido

Vicente Herrera Márquez

El amor no se ha ido,
sigue a todas horas rondando,
penetra por la ventana entornada
y de mi casa hace un nido
para cobijar a mi amada.

El amor no se ha ido,
esta en su patio y su cuarto,
llena su libro con letras de encanto
y teje sus alas con hilos de seda,
para que pronto vuele a mi nido.

El amor no se ha ido,
esta en el aire y pinta las nubes,
lo interpreta el trino del ave
y nace susurro en la brisa
para que fuerte lo grite el viento.

El amor no se ha ido,
esta en tu palabra y la mía,
llena con ansias las horas del día
y cubre con caricias y besos
el camino que nos lleva a vivir.

El amor no se ha ido,
tan solo jugaba a esconderse,
para probar las fuerzas del alma
y hacer vibrar sentimientos
que hicieran amarnos más.

El amor no se ha ido,
el amor esta aquí.

sábado, octubre 20, 2007

Invítame a cenar

Vicente Herrera Márquez

Hoy por la noche, a las diez, invítame a tu casa,
hace tiempo que lo anhelo, espérame a cenar.
¿Cuál es el problema? Yo te ayudo a cocinar,
me gusta la cocina y en ella algo se yo hacer.
Yo llevo los ingredientes, ¿tu? tu agrégale el sabor.
También yo llevo el vino, los bombones y las flores,
tu regala a mis ojos tu belleza y solo pon las copas,
las llenamos y un brindis, un brindis por los dos.
Mientras tu pones flores, candelabro y mantel largo,
yo cocino el manjar con que te quiero agasajar.
Prepararé una entrada, una crema y plato fuerte,
de postre queso y rojas frutas, luego vendrá el café.
El bajativo lo libaremos de los labios embebidos
en ese vino dulce ardiente, que a ti te gusta tanto.
Y al calor del vino y el dulzor de nuestros besos
la luz se ira escondiendo tras las cortinas y rincones,
dejando la penumbra que requieren las siluetas,
para dibujarse en las sombras apretadas en abrazo.
La música con cadencia de romanza será armonía
acompañada en melodía por suspiros y susurros,
que brotarán sin temores de tu boca y de la mía.
Tu alcoba estará esperando ansiosa la llegada
de dos cuerpos que por tiempo se desean
y por dichos sin pensar crean espacios de distancias.
Tu cama será aposento, tu cuarto será el testigo
de deseos contenidos y caricias reprimidas,
sentimientos que se guardan en los rincones oscuros
a la espera que el tiempo abra o rompa las persianas.
Libres vivamos la noche, no pensemos en mañana
dame tu boca, tu piel, tu cuerpo, apodérate del mío.
Sintamos nuestros tiempos, gocemos del amor,
soltemos los corceles, cortemos las amarras de las naves,
transitemos los senderos del deseo, gritemos la pasión.
Esta noche será nuestra, desterremos los temores.
Mi amor, que esta noche sea el comienzo de la vida.
Todo puede empezar a las diez, si me invitas a cenar.

Página guardada

Vicente Herrera Márquez

¿Te cuento?

A punto estuve de escribir en esta página
este poema sentido que nació en días de dolor:

“Esta página la guardaba para escribir amor,
para llenarla de besos y teñirla de pasión.
Pero como se alarga y se siente la ausencia,
en ella, con pena, tendré que escribir tu adiós”.

Por suerte no lo alcance a escribir.

Hoy si quiero llenar esta página y no guardarla,
para nunca escribir en ella la ausencia de tu amor.

Quiero dejarla grabada y para jamás borrar.
Con los besos y caricias que he vuelto yo a sentir.
Con las palabras sinceras que tu pluma me escribiera.
Con el abrazo apretado del reencuentro en el camino.
Con el te quiero espontáneo que dibujaron tus labios.
Con las miradas cargadas de caricias contenidas.
Con las oraciones ardientes de deseo y de pasión.
Con el cariño escondido en mis poemas de dolor.
Con nuestros labios sedientos ansiosos de besar.
Con la emoción contenida por ausencia de palabras.
Y con la canción del te quiero, cantada en dúo de amor.

jueves, octubre 18, 2007

Soy

Vicente Herrera Márquez

Soy palabras en el aire y el intruso inoportuno
que seduce con susurros y no entrega corazón.
Soy momentos cada tanto que se suman en presente
que no dejan rastros de pasado ni perfumes de mañana.
Soy caricias que se pierden en el viento, soy un soplo
que ni siquiera puede en el aire un remolino dibujar.
Soy el beso que se esconde a la vuelta de una esquina
sin dejar huellas ni dulzor en una boca de mujer.
Soy la voz que se pierde en el ruido de la calle
suplicando por agua que beber y migas de cariño.
Soy espera de esperanzas y posibles imposibles
que se vale de artilugios para metas alcanzar.
Soy obrero que teje y trepa por andamios de ilusiones
persiguiendo en las cornisas ese sueño tan esquivo.
Soy el iluso navegante que enfila contrario a la corriente
creyéndose el Ulises a quien espera una mujer.
Soy retazos de alegrías que se ahogan en tristeza
cuando escucho oraciones que comienzan con un no.
Soy muy poco de lo mucho que pretendo aparentar
creyendo que mintiendo fácilmente triunfaré.
Soy el analfabeto ávido de letras unidas en palabras
que digan a mis oídos lo que mis ojos quieren ver.
Soy el erudito que exige las reglas del lenguaje
sin saber que en el amor no existe ni el punto ni la coma.
Soy el labriego que siembra surcos y los deja sin regar
ignorando que en un yermo, nada, ni el amor florecerá.
Soy el iluso que cree que una flor por si sola hace amor
sin pensar que sin cariño ni mil rosas lograrlo lo podrán.
Soy el fantasma contrahecho de Don Juanes olvidados
que pretende con poemas sin sentido conquistar.
Soy la mentira que para sobresalir se disfraza de verdad
y acomoda las encuestas de la vida a su antojo por ganar.
También soy un pobre enamorado envuelto en traje de poeta,
que corro contra el tiempo y busco como loco entre la gente
los ojos pintados marrón claro que un día de febrero me miraron
y los labios entregados que con besos en mi boca se quedaron.
Pregunto gritando quien sabe donde esta la dueña de mi amor,
aquella que en las noches, un te quiero con un beso me decía,
la misma que en esencia llegaba y en mi cama se escondía
en noches de invierno buscando calor y regalando su cariño.
Soy un tonto que la busca porque nunca la supe retener,
no me detuve a ver en su mirada las caricias de su alma,
ni a escuchar en sus palabras la verdad que me entregaba.
Tampoco supe leer en sus versos la tristeza y el dolor,
que son sus compañeros inseparables desde siempre
y van a su lado apretando el alma y estrujando el corazón.
Soy todo lo que he dicho y soy un loco poeta enamorado
que la buscaré, gritando su nombre por todos los caminos.

domingo, octubre 14, 2007

Desideramor

Vicente Herrera Márquez

Si el silencio acalla las campanas.
Si las tinieblas empañan todos los soles.
Si la escarcha congela el germen de las flores.
Si los hombres se matan en los campos de batalla.
Si la desidia envuelve y paraliza las buenas intenciones.
Si los telares se olvidan tejer las fibras y solo urden telarañas.
Si las esperanzas de la humanidad se tornan en quimeras.
Si los relojes y engranajes giran sin sentido ni razón.
Si la vida es destruida por protones y neutrones.
Si las pantallas de tv solo muestran la miseria.
Si la sangre oscura de mis venas se coagula.
Si mi lucidez se transforma en locura.
Si la vida se me escapa gota a gota.
Si mi mirada se va oscureciendo.
Si mi corazón ya no latiera.
Si me queda aun la voz.
¡Sí! mi voz gritará:
¡Te quiero!
¡Te amo!
Mujer

Nada he aprendido

Vicente Herrera Márquez

Hoy no hay poesía ni rima en mis letras,
el día se vistió de gris y la noche se quedó sin luna,
no esta el embrujo sutil de los momentos de ayer.
Tu alegría, tu risa y tu encanto se ahogan en llanto,
aumentando la pena que siempre a cargado tu alma.

He transitado senderos cargados de huellas,
he recorrido los vergeles y las dunas del tiempo.
Me he sumergido en los escritos del hombre,
me jacto de ser erudito en la historia del mundo
y haber aprendido a golpes de vida toda la lección.
Sin embargo tropiezo y me caigo mil veces,
y me olvido del dolor que sentí y que causé
toda vez que en el camino tropezé y me caí,
a causa del error que prometí nunca más cometer

No soy digno del amor y cariño de ti ni de nadie,
no merezco perdón ni amistad de quienes herí.
Hoy me pierdo en distancias que ayudo a forjar,
hablando en lamentos al sentir que tu ya no estás
y me maldigo a mi mismo por vivir y nunca aprender.

viernes, octubre 05, 2007

Poema de amor

Vicente Herrera Márquez

¡Te quiero tanto!

Y quiero quererte más.
¡Te amo tanto!
Y se que te amaré más.

Despues de la lluvia

Vicente Herrera Márquez

Después de la lluvia el arcoiris,
después de la pena una alegría,
el rictus de amargura se transforma
y en el rostro se dibuja una sonrisa.

El andar pesaroso de la tarde,
al sentir luz de luna entre la bruma
se agiliza y raudo corre en la llanura,
en busca de un beso y un abrazo.

Por momentos las palabras brotan iracundas
y se lanzan al viento caprichosas e impensadas,
sin pensar que en otro libro una mano de mujer
con mente y corazón el amor esta escribiendo.

Después de la lluvia hay que pensar,
que no siempre puede ser un arco de colores,
y a la pena la puede seguir un gran dolor.
Hay que contar los segundos lentamente
antes de gritar y reclamar la sinrazón,
pensando que son dos en toda relación
y que mientras uno produce tempestades
el otro que ha contado todos los segundos
puede estar dibujando un arcoiris con amor.

Mesa para dos

Vicente Herrera Márquez

Mozo, una meza para dos-
-¿Para dos?-
-Sí, para dos, ella llega luego-
-¿Le sirvo algo mientras?-
-Sí, por favor, una gaseosa-
-Servido señor ¿algo más?-
-Traiga algo para picar,
unas aceitunas de la verdes
pistachos y almendras
y por favor ponga música-
-¿Algo en especial señor?-
-Todo lo que tenga de Serrat.-

-¿Le traigo algo mas mientas espera?-
-Siento que viene, champagne por favor,
copas altas, una rosa y suba la música.-
-Su pedido señor ¿destapo la botella?-
-Aun no, esperemos que ella llegue…-
……………………………………...
-Mozo, ahora sí descorche la botella,
y llene las copas que vamos a brindar-
-¿Seguro señor, quiere que llene las copas?-
-Si por favor que quiero brindar con mi amor,
mírela, es preciosa, ¿No cree usted?-
-Mientras brindamos, tráiganos la carta
y otra botella de champagne.-
-De inmediato, lo que usted diga señor.-
………………………………………
-¿Ya eligió señor lo que se va a servir?-
-Aún no, pero esperemos que ella se decida.
Es linda, es la más hermosa ¿Qué piensa usted?
Mientras decide traiga otra botella por favor,
por que hoy estamos celebrando nuestro amor.-
-Aquí tiene señor, otra botella del mejor.-
- Gracias amigo, llene las copas por favor.
-La suya querrá decir usted señor.-
-Las copas le dije, la mía y la de ella tambien.-
-Pero esta aun esta llena señor.-
-Deje yo las lleno, así brindamos otra vez
mientras ella decide que vamos a comer.-
………………………………………..
-Mozo, la cuenta por favor, nos vamos. –
¿Cómo y el señor no va a comer?
-No a ella no le gusto usted ni el restaurant,
y además tardan mucho en atender-
-Pero señor todo el tiempo usted ha estado solo-
¿Como solo, acaso no pedí una mesa para dos?
Entonces usted esta ciego y no ve a mi amor,
vamos preciosa, recorramos la ciudad
y busquemos otro mozo y otro restaurant,
donde si haya una mesa para dos.

Al sustantivo el verbo

Vicente Herrera Márquez

Pregunto ¿Qué es esto?
Precisa respondes:
Esto es querer
Ahora pregunto ¿Me quieres?
De inmediato respondes:
Pues, claro que si
Entonces pregunto
¿Querer es amar?

Pregunto ¿Que es esto?
Respondes con fuerzas:
Esto es amor.
Te pregunto ¿Me amas?
Muy claro lo gritas:
No, no te amo.
Entonces pregunto
¿Dónde esta el amor?

Al querer: yo quiero.
Al amar: yo amo.
Te quiero al querer.
Te amo al amar.
Al amor el amando,
El queriendo al querer.
Al sustantivo el verbo
y no hay vuelta que dar.

domingo, septiembre 30, 2007

El día menos pensado

Vicente Herrera Márquez

El día menos pensado,
cruzarán mi puerta tus pasos,
tu mirada abarcará mi ambiente,
mi boca se humedecerá en tu aliento,
la música de tu voz romperá el silencio
y el aroma de tu cuerpo espantará la ausencia.

El día menos pensado,
mi casa se vestirá de fiesta,
mi mesa extenderá mantel largo,
mis manos servirán el mejor manjar,
el vino a punto color rubí pintará las copas
y al sonido del cristal brindaremos por ti y por mi.

El día menos pensado,
será nuestra fiesta de amor,
mi cama impaciente de espera,
lucirá sábanas nuevas color romance,
que guardadas por tiempo en un rincón,
soñaban el momento, de ver florecer tu piel.

El día menos pensado,
tu fuerza romperá ataduras,
nuestra pasión derribará murallas,
la noche insondable se abrirá a la aurora,
y nuestras vidas, sueños y cuerpos se abrazaran
olvidando los días largos que el tiempo quiso esperar.

viernes, septiembre 21, 2007

Equinoccio de primavera

Vicente Herrera Márquez

Hoy te vi., te olí y te sentí mujer amante y verdadera.
Hoy tus labios pusieron el sello que faltaba.
Hoy tus manos se posaron delicadas en mi rostro
y tus ojos fueron cristales transparentes y brillantes,
que mostraron mi nombre en tus retinas dibujado,
el que transformas en palabras sinceras cuando hablas.

Hoy te conozco más que ayer, hoy te quiero más.
Hoy tengo en mis manos las formas de tu cuerpo
Hoy tengo en mi boca los dulces sabores de la tuya
Hoy equinoccio, cuando la noche con el día son iguales
se que nuestra ilusión también se equilibra en la balanza
y nuestros porcentajes de amor son semejantes.

Hoy mi boca sintió, de tus besos, el calor.
Hoy floreció tu piel con caricias de mis manos.
Hoy mis dedos pulsaron el diapasón de tus sentidos
y en conjuro con mis labios en arranque desatado,
hicieron que de los rincones sosegados de tu cuerpo
brotara por tus poros la pasión y vibraras primavera.

lunes, septiembre 17, 2007

Sentidos

Vicente Herrera Márquez

Huelo en las estelas del viento,
el aroma del campo y el sudor del trabajo.
Huelo en avenidas y calles,
el hedor de basuras, de cemento y de smog.
Huelo en mis sabanas rojas,
de tu piel la esencia y el olor de mujer.

Veo en el margen del horizonte,
la aurora del día y el preludio nocturno.
Veo en pantallas brillantes y planas,
como vive apurado muriendo el mundo.
Veo en lo profundo de tu mirar,
el rostro del hijo que pudimos tener.

Oigo en los parlantes del tiempo,
el lamento de muchos que cargan dolor.
Oigo las risas y cantos de niños,
que las apaga, insensible, el tronar del cañón.
Oigo en el aire el lamento de un canto,
que es el tuyo que no se quiere alejar.

Siento en el paladar un dulce gustito,
es el azúcar de la leche del pecho materno.
Siento en la boca ardor y acidez,
que provocan las mezclas de droga y alcohol.
Siento en mis labios un rojo sabor,
de besos que dicen: de ti no me quiero alejar.

Tocan mis dedos apéndices en teclas,
que revuelven dígitos en el caos del devenir actual.
Palpo con mis manos gastadas,
el rostro de los niños que abandoné en el tiempo.
Dejo que mi piel sedienta se adhiera a la tuya,
envolviendo dos cuerpos que no se quieren separar.

Palpo la pálida piel de luna que abriga tu cuerpo.
Siento con la lengua el sabor de tu ser.
Oigo muy claro cuando ríes, cantas y lloras.
Veo en tus ojos la verdad cuando dices: te quiero.
Huelo en distancia, sin verte, si vienes o vas.
¿Qué será, que en mis cinco sentidos siempre estas tu?

domingo, septiembre 16, 2007

Tinto del bueno

Vicente Herrera Márquez

La noche en soledad es amiga solapada,
se confabula con el frío y con el vino.
Por momentos, con calor les habla del amor,
luego se sulfura y hunde su daga en el dolor.
Entre copas brinda incitando al romance
y de repente, sin mediar, es mala consejera.
Pero cuando el vino es bueno como dice Tito,
ni la noche más negra te va a arrancar de mí.
¿Sabes por qué? Porque estoy tomando del bueno.
Puede decir lo que quiera la noche,
puede inventar mil historias e intrigas.
Si quiere mentirme que diga mentiras,
puede decirme que en otros brazos me olvidas
y también que en otra boca te embriagas.
Que diga lo que quiera la noche,
a mi no me engañan el vino y la noche.
Te aseguro mi amor que ella no me aleja de ti.
Por que el vino que tomo es derecho
y aunque lo beba en negras penumbras,
no se deja engañar ni envolver por la noche.
El es mi camarada, confidente y amigo.
El es mi hermano ¡Es muy bueno mi vino!

domingo, septiembre 02, 2007

La mujer de las rosas

Vicente Herrera Márquez

La mujer que vende flores
en el kiosko de la esquina,
temprano arma los ramos
de claveles, nardos y rosas.
Son manojos que regalan amor
y con ellos sonriendo gana su pan.

La mujer que vende flores
conoce los amores ocultos,
de un señor y una señora
que esperan y no se encuentran,
en las esquinas del tiempo
y en los pasillos de un mall.

La mujer que vende flores
es también mujer muy bella
que vive su lindo romance,
por que en su jardín la acompaña
una preciosa flor que es niña,
que cual rosa, es fruto de amor.

La mujer que vende flores
es cómplice de aquel señor,
que algunos días le encarga
un sencillo ramo de rosas,
que aquella señora hermosa,
otro día pasará a buscar.

El nombre de mi amada

Vicente Herrera Márquez

Nunca escribí su nombre,
siempre estuvo en mis letras,
escondido,
pero hoy quiero que todos lo conozcan.
Quiero que el mundo sepa,
el nombre de mi amada,
que corra de boca en boca
y que todos lo repitan,
que se transforme en poema,
himno, cantata y sinfonía,
que todos se enteren y transmitan,
por todos los rincones,
a quien quiero con todo y con el alma.
Su nombre es rima, verso,
oración y composición de amor.
Son seis letras, más de alguna repetida,
son solo tres vocales,
que al pronunciarlas riman con todas,
con todas las palabras del amor.
En los versos que han leído
están todas repartidas,
solo tienen que buscar con calma,
y en todos los reglones,
a veces tendrán que leer al derecho o al revés,
o al revés y derecho,
desde arriba, desde abajo, en diagonal.
¿Lo leen? Ven que es hermoso.
Ese es el nombre de mi amada.

Pausas

Vicente Herrera Márquez

Un día estaba escribiendo una historia que pretendía ser cuento, escribía, borraba, escribía, volvía a borrar.
Poco a poco creé los personajes, inventé una situación, pensé en el nudo de la historia y la trama se iba armando.
En un momento en que estaba escribiendo sin parar de repente mi mente quedo en blanco y no pude seguir el hilo de lo que tan fácilmente en mi mente había escrito en borrador.
Pensé, lo mejor es hacer una pausa y ordenar las ideas.
Aproveché de comer y beber algo, mi cuerpo lo estaba pidiendo, llevaba horas en el computador.
Después de un buen rato en pausa volví a sentarme ante el teclado y las ideas fluyeron nuevamente y sin parar en muy poco tiempo logre terminar el cuento que según mi criterio era fenomenal, punto final y dejarlo para después con calma hacer las correcciones.
Moraleja, el haber hecho una pausa fue lo mejor que se me ocurrió, dio muy buen resultado .

Otro día estaba en una situación similar frente al teclado, escribía y escribía sin parar y de repente otra vez la mente se negaba darle continuidad a lo pensado.
Era un trabajo que me había propuesto terminar ese mismo día pues era un cuento que escribía para un concurso que cerraba su plazo de entrega al día siguiente.
No quise suspender y me devanaba los sesos para reencontrar el hilo de la trama perdido
Iba, volvía iba de nuevo y otra vez volvía. Releía lo escrito buscando donde había quedado entrampado y nada.
Ya desesperado me acorde de esa otra vez en que me había sucedido lo mismo y decidí tranquilamente hacer una pausa y después sin contratiempos pude terminar la historia.
Entonces decidí hacer lo mismo, y puse todo en pausa, computador, teclado, dedos y mente
y a dejar pasar unas horas para retomar y continuar con esa linda historia que escribía con la mente puesta en ganar el concurso.
Me puse a leer un diario y a tomar un trago. Me dio sueño y dormí un rato. Cuando desperté con bríos e ideas renovadas me dispuse a seguir con la historia.
Me senté frente a mi amigo computador y a recomenzar, salir de pausa de todo lo pausado y a escribir.
Salí de pausa y no encontré por ninguna parte lo ya escrito, busqué, rebusque, alegué, grite, maldije y nada, todo había desaparecido.
Moraleja. No dejar nunca en pausa la historia que se esta escribiendo para ganar un concurso.

Todo esto lo cuento a raíz de haber escuchado la conversación de dos enamorados en la que ella decía que dejaran la historia de su amor un tiempo en pausa.
Me pregunto como será una pausa en una historia de amor verdadera.
Y también me pregunto si se podrá retomar o se perderá todo lo escrito, lo hablado, los besos, las caricias y las promesas de amor dichas por cientos de veces….
¿Podrá hacerse una pausa en el amor?

Haciendo madrugada

Vicente Herrera Márquez

Que lindo es encontrarnos de mañana
haciendo madrugada en nuestra cama.
Que importa si nos vemos despeinados,
con ojeras y mostrando huella de años,
si anoche fuimos un par de enamorados
que con besos jóvenes libamos un manjar.

Que lindo que nos vean de la mano por la calle,
orgullosos caminando haciendo travesía.
Que importa que hablen y digan lo que quieran,
con miradas y palabras que no saben del amor,
si hoy de día claro nos mostramos cara al sol
y muy firmes avanzamos sin pensar en que dirán.

Que lindo haber hecho el viaje cotidiano
y llegar a la noche si habernos soltado de la mano.
Que importa haber discutido todo el día con el sol,
explicando a todo el mundo la razón y la verdad,
sabiendo que esta noche abrazados dormiremos
y nuevamente haremos madrugada en nuestra cama.

Se viene muy largo el camino

Vicente Herrera Márquez

Solo en el camino,
ya no quedan fuerzas para seguir,
se nubla la distancia y se apagan los faroles.
Se viene muy largo el camino,
a pesar de lo poco que queda de aliento.
Se viene la noche infinita,
aunque el sol asome al oriente todos los días.
Se viene desierta la vida,
aunque haya guerras, bonanzas y hambrunas.
Se vienen muy secos los cauces de ríos,
no los logran llenar las cruentas tormentas.
Se vienen travesías en desiertos sedientos,
de labios resecos por la ausencia de besos.
Se viene la estepa de voces silentes,
y la tundra de musgos cansados, resecos.
Se vienen silencios, de frases ausentes,
de esperanzas abatidas y exhaustas.
Se viene, se viene, se viene…
Se viene muy largo el camino.

Horas escondidas

Vicente Herrera Márquez

Esas horas de besos, caricias y orgasmos en cama escondida,
son sensaciones prohibidas, muchas veces con sabor a mentira
y otras tantas con historias tejidas con hilos de amor de verdad.
Muchas son horas pasajeras de un día que pronto se olvidan
y otras, momentos que quedan grabados en fragmentos de vida.

Esas horas de pasión, que alargan minutos cerrando cortinas,
para que el día no grite que ha llegado la hora de tener que partir,
son suspiros ante lo extenso de días y noches que dura la espera.
Son horas apretadas, mezquinas, que calladas se van con el sueño
que queda enredado entre sábanas bordadas con besos de pasión.

Esas horas de amor, que se inventan un día viernes cualquiera,
de cuerpos apurados que estrujan los minutos de horas robadas,
son horas que se viven encubiertas por sombras de silencio,
que esconden romances, tentaciones, pasiones, deseos y amores,
que no pueden vivirse ante ojos abiertos y luces directas.

Esas horas de romance que se viven robándole a tiempos ajenos,
muchas veces producen secuelas que dañan y matan el alma,
otras tantas terminan por romper cristales por el tiempo trizados,
pueden también engendrar descendencia y amor duradero,
pero siempre al final de la historia más de alguien tendrá que llorar.

lunes, agosto 27, 2007

Minnie, tú y el amor

Vicente Herrera Márquez

En una juguetería llena de alegría infantil,

dos locos de amor se encontraron.
Ella buscando un juguete,
él buscando un amor.
Entre Donald y Mickey, Tribilin y la Deisy,
los dos buscaban a Minnie en tamaño gigante.
No la encontraban, seguían buscando.
Y buscando y buscando,
sus labios se unieron en un beso de amor,
sin importar que niños y juguetes
los vieran jugando a hombre y mujer.
La Minnie buscaban y seguían buscando,
era un pretexto para volverse a besar,
grandes y niños miraban y los juguetes reían.
Los sobrinos de Donald jugaban,
Glad con Suerte apostaba y ganaba
y el viejo millonario contaba y guardaba,
sin darse cuenta que aquellos se amaban.
Los juguetes de Dysney,
aunque ustedes no piensen ni crean,
miran y ven, piensan y sienten,
tienen alma y tienen corazón.
Conocen a los niños y también a los adultos,
tienen sentimientos, saben del amor,
y la Minnie se parece mucho a ti.

domingo, agosto 26, 2007

Simplemente... ¡Te quiero!

Vicente Herrera Márquez

Las palabras están todas repetidas.
Hay que inventar un abecedario con más letras,
hay que crear un idioma especial para el amor.
Le pido a los poetas que escriban paradigmas,
para que los eruditos del idioma los transformen
y les den la estructura en sintaxis de un lenguaje,
rico en palabras que trasunten romance y emoción,
que expresen cabalmente el deseo y la pasión.
Con miles de palabras para decir te quiero,
con cientos de oraciones que trasmitan un te amo
y no quedarnos en las frases repetidas,
que hoy reiteran y reiteran enamorados y poetas.
Hoy escribo y tengo que apelar a frases repetidas,
espero que mañana o la semana venidera,
haya un nuevo lenguaje para expresarnos del amor.
Y espero poder inventar palabras e hilvanar frases,
Para crear un nuevo idioma que diga nuestro sentir.
Hoy solo puedo repetir las palabras consabidas,
que existen por centurias en el idioma universal.
Simplemente… ¡Te quiero!
Simplemente … ¡Te amo!
Y es verdad.

jueves, agosto 23, 2007

¿Quieres?

Vicente Herrera Márquez

Quiero que me acompañes
a dibujar la orilla del camino
y a esparcir semillas en el arenal,
para que germinen y exploten tulipanes.
Quiero que camines a mi lado
y de cada uno seamos mutuo apoyo,
para superar los altibajos del sendero
y no dejar jirones de amor en los recodos.
Quiero que en días de sol ardiente,
cuando la canícula abrace el mediodía,
los besos que vamos recogiendo
espanten la sed de nuestros labios.
Quiero que en inviernos escarchados,
cuando el hielo aplaca voluntades,
tengamos nuestras manos enlazadas
para que no sentir frió ni distancias.
Quiero que escribamos la bitácora del viaje
con el sudor de tu piel y de la mía
destilado en los días exhaustos de trabajo
y el que exude por los poros en noches de pasión.
Quiero contigo establecer un compromiso,
que nos mantenga juntos en el tiempo y en la vida,
aunque haya momentos de oscuros nubarrones,
compromiso que quiero sellemos con un beso.

Ven acércate, emprendamos el camino
sin malos entendidos, ni falsas esperanzas.
Avancemos con lo tuyo, lo mío y voluntad.
Toma tu mi mano, tomo yo tu mano,
y así juntos descifremos el puzzle del destino.
Pero antes necesito pedirte algo compañera,
quiero pedirte… pedirte, que seas mi mujer
¿Quieres?...

miércoles, agosto 22, 2007

Hoy es presente

Vicente Herrera Márquez


Lo que amé ya se fue,
si amaré, no lo sé.
Solo puedo decir
que amar es presente.
Hoy te amo a ti.

Mañana será hoy,
y el viernes,
y el sábado,
y el domingo,
y el lunes,
y el martes,
y el miércoles,
y el otro jueves,
y todos los días
que sean presente,
te amo.

domingo, agosto 19, 2007

Beso de medianoche

Vicente Herrera Márquez

Tu beso de media noche
enciende la luz del cuarto
y apaga el televisor,
espanta el frío de agosto
y explota en calor de piel.

Tu beso de media noche
da vida al cuerpo cansado
y excita bríos tranquilos,
calienta ríos de sangre
que inundan campos de amor.

Tu beso de media noche
es azúcar para el café,
es leña para el hogar,
es levadura para el pan
y es vino para el poeta.

Tu beso de media noche
llena ausencias del día,
trae verdad a lo incierto,
sacia la sed del camino
y alimenta mi pasión por ti.

Tu beso de media noche
llega en momentos precisos,
en que la mente se pierde
buscando muchas respuestas,
por los caminos del sueño.

Tus caricias y tus susurros,
tu calor, tu piel, tus deseos,
y ese beso de media noche,
aquí en mi boca mi amor,
los quiero todas las noches.

sábado, agosto 18, 2007

124) Ven, ven con todo

Vicente Herrera Márquez

Ven, ven como estés,
no importa si has llorado.
Ven, no te preocupes, no me importa tu peinado,
deja el silencio y los muros que te oprimen.
Si hay nudos que no puedes desatar,
corta por lo sano, toma las tijeras, corta lazos,
pues si son firmes en el tiempo se van a mantener.
Trae todo lo que tengas que traer,
no dejes nada que sea pretexto de volver.
Trae tus libros, tus cuadernos y ese diario juvenil.
Trae las palabras que has juntado y has guardado,
también los arrullos maternales y las frases de dolor.
El llanto de noches solitarias y el fuego de noches de pasión.
No deseches alegrías y tampoco las tristezas, tráelas.
No dejes olvidado ningún retazo de recuerdos,
pues serán necesarios e importantes en las horas de vejez.
Recoge todas las esperanzas que por años has guardado
arrumbadas, olvidadas y apiladas por montones,
en los rincones de los cuartos de la casa y de tu mente.
Trae tu salud, tu enfermedad, malestares y tus ganas de vivir.
Trae todo, no olvides nada, todo es necesario en el tiempo,
como sosiego para el cuerpo y alimento para el alma.
No quiero que dejes nada, todo es tu vida y tráelo.
Pero ven, no te detengas, ven pronto y sin mirar atrás.
Mis brazos, mi puerta y el camino de mi viaje, están abiertos para ti.
Te estoy esperando y no te preocupes por todo lo que traes,
pues en mi maleta, además de mi ropa y de mis tiempos,

hay lugar para nuestra historia y espacio para todo tu equipaje.

sábado, agosto 11, 2007

Te espero mi amor

Vicente Herrera Márquez

Esta noche estoy ebrio de alcohol,
me acompaña mi fiel botella de ron.
Esta noche estoy loco de amor,
me acompañan tu voz y tu olor.
Tu olor en mi almohada de noches pensadas,
tu voz en el aire de horas soñadas.
Mis cuatro paredes aprietan mi vida,
y comprimen archivos de horas de amor.
Serrat y Sinatra son fantasmas que entonan
estrofas y versos preñados de amor,
que se impregnan con humo y vapores
de cigarros de infarto y copas de ron.
Las sabanas rojas extrañan tu piel,
la piel que esperaron sentir y abrigar.
La mesa servida con sencillo manjar,
aún espera la princesa que nunca llegó.
Te siento tan lejos y te quiero tan cerca,
te bebo en distancia y te sueño a mi lado.
Te espero, te sueño, te quiero, te amo,
algún día, mi amor, tendrás que llegar.

¿Qué escribir?

Vicente Herrera Márquez

Hay momentos que no se que escribir.
Hay momentos que no se escribir,
como hay otros en que queriendo no puedo escribir.
Hay momentos que escribo y no se lo que escribo.
Muchas veces escribo para que me lean miles de personas,
y tan solo una persona me lee.
Hay poemas que escribo para una persona,
y esa persona ni siquiera una estrofa me lee,
en cambio lo escrito, miles de personas lo leen.
Mejor escribir sin pensar en quien va a leer,
pues en último caso, yo mismo me voy a leer.

domingo, julio 22, 2007

Soñando sueños

Vicente Herrera Márquez

Desperté
con agridulce sabor de noche.
Dulce
por haber yacido contigo
y agrio
por despertar sin ti.
Desde tu cama,
en sueños, te llamé a la mía.
Llegaste desnuda
y te vestí de mujer,
llene de labios tu cuello,
y cubrí tus senos de besos.
Mi mirada se regocijó
en tu paisaje,
mi olfato se embriago
en tu aroma
y el tacto de mi boca
buscó manjar de placer.
Con mis manos
te hice de caricias blusa,
y con mis piernas
una falda entallé en tus piernas.
Mi pecho cual capa,
de piel te abrigó la espalda
y en tus nalgas
con ansias posé el deseo,
aquel que tu esperabas
para darle tu ardiente esencia.
Anoche senti
que engendramos amor en besos
y entre orgasmos nacimos dos.

domingo, julio 15, 2007

Feliz día

Vicente Herrera Márquez

Temprano, muy temprano te voy a despertar,
me miraré en tus ojos al encender la luz,
te haré cariños y con voz muy baja susurraré:
¡Amor, buen día! ¡Que linda estás! ¡Eres tan bella!
Hoy es tu fiesta, hoy es tu día, esta rosa es para ti.

Cuando despierta tus ojos algo me estén diciendo,
mi boca húmeda y ansiosa buscará tus labios,
andará tu cuello, rozará tus senos y atrapará un pezón,
mis manos de tu cuerpo con sus formas se llenaran
y muy temprano a tu dia le haremos el amor.

El sol que despierta a la luna un beso le dará
y esta inquieta y avergonzada se esconderá,
mientras en una bandeja con flores de ilusión
traeré tostadas con mermelada, alguna fruta
y nuestro desayuno será de besos, leche y café.

Luego recorreremos calles, plazas y parques,
les llevaremos a los niños globos y caramelos,
fantasías, poemas y azahares a las señoras,
a los señores un poco de humo y un poco de vino
y en una explanada inmensa llena de música,
con todos, en este día, tu fiesta será alegría.

Cuando vuelva la luna haciendo guiños al sol,
envueltos en serpentina de la mano volveremos,
me miraras, me besaras y yo te diré: ¡Que linda estás!
Nos acostaremos envueltos en sábanas blancas,
tu boca recorrerá mi piel, tus manos me buscaran,
y antes de dormir, otra vez a tu día, le haremos el amor.

sábado, julio 07, 2007

Tu piel

Vicente Herrera Márquez

Tu piel es traje hermoso y brillante.
Es el atuendo que cubre el cuerpo perfecto,
que excita mis sentidos en la fiesta del amor.
Tu piel es la frontera que guarda sentimientos
y encierra en continente tu verdad y tu razón.
Tu piel te envuelve cual presente del regalo.

Tu piel es el pergamino que espera a este poeta
para escribir con besos el poema del deseo.
Tu piel es el destino de mis manos excitadas,
es el bosque y la pradera de sensuales extensiones,
de caminos misteriosos, tentadores y ondulantes,
que provocan recorrerlo en las horas de pasión.

Quiero sentir el viento desbocado de tu aliento
despertando a mis sentidos sumidos en letargo
Y dejarme arrastrar por los hilos torrentosos
de sudor que bajan y recorren serpenteando
por el valle tentador y sinuoso de tu pecho,
que van buscando y encuentran su cauce natural.

Quiero sentir tu piel mojada y palpitante,
pidiendo a mis manos la recorran sin pudor
y que encuentren los puntos precisos del placer.
Con ansias también quiero que incite a mis labios
a libar el sumo de sal y vida que brota de tus poros.
Tu piel es sábana, es abrigo, es parte de mi piel.

Lidia de amor

Vicente Herrera Márquez

Con sábanas rojas me incitas torera,
no hay traje de luces, luces en encaje negro.
La montera es un velo y la capa es espuma.
Me tientas a seguirte en la arena que es cama
mientras me despojas de ropa y temores.

La noche es un ruedo con cientos de caras,
que ansiosas esperan en verónicas vernos.
Pero el tiempo que pasa las va transformando,
de rostros, a miles de rosas que rojas nos miran,
en esta lidia de amor, sin muleta ni espada.

No hay banderillas, tan solo caricias,
que animan y encienden las horas que corren.
No hay bocas que griten ni oles que animen,
solo se escuchan susurros pausados que dicen te amo.
La lidia con toros y arena en el ruedo debiera prohibirse,
pero no la nuestra torera, dame una estocada de amor.

lunes, julio 02, 2007

¿Eres tú?

Vicente Herrera Márquez


¡Hola! ¿Tú eres tú?

¡Hola! Sí yo soy yo ¿Y tú eres tú?

Sí, también yo soy yo.

¿Entonces somos tú y yo?

¡Sí somos tú y yo!

¡Que linda eres!
¡Eres más hermosa de cómo te imaginé!

Y tu eres igual a como yo te soñé.

Pensé que no vendrías…

¿Y por que? Si yo te dije que vendría…

Por un momento lo pensé…
Mírame y deja mirarme en tus ojos…

Te miro y también me veo en los tuyos…

Quiero abrazarte….

¡Abrázame! Te estoy esperando,
quiero sentir tu calor…

Quiero besarte...

¡Bésame! Bésame fuerte en los labios,
que hace tiempo lo estoy deseando…

¡Te quiero! ¡Te quiero!

Abrázame y bésame…

¡Te amo! ¡Te amo!

Abrázame y bésame…

¿Me amas?

Abrázame y bésame…

La prisa y la calma

Vicente Herrera Márquez

Eres la audacia que emprende caminos
y logras al destino imprimirle tu ritmo.
Pero también eres el sosiego y la calma
que permite pavimentar firme el camino.
Me atrevo a correr con locura a tu lado,
pero allí estas tú, en el momento preciso,
poniendo la coma a mi oración apurada
o enfriando de mi verso el verbo impaciente.
Detienes mis manos cuando ellas se apuran
y guardas espacios en el baúl de los deseos.
Sabes escribir pausas en mi loco pentagrama,
en los momentos que desborda mi ansiedad.
Llamas al orden a mi boca impertinente,
aunque la tuya desespere por mis besos.
Reprimes en tus labios las letras de un: Te quiero,
pero aceptas y sonríes cuando digo: Yo te quiero.
Escondes con temor las caricias de tus manos,
mientras las mías se deslizan temerosas por tu piel.
Alejas sutilmente la llegada del momento del placer,
y me dejas divagando en los colores del satín.
Siendo la dueña del dominio que habitamos,
teniendo en tus manos las llaves de las puertas
y habiendo escrito el decálogo que ordena,
eres tu la que viene , la que llega y la que va,
yo aunque apure se que tengo que esperar
a que tu audacia venza los fantasmas del temor.

domingo, julio 01, 2007

Versos simples de amor

Vicente Herrera Márquez

Cuando amanece

En el dia eres la impaciencia de la espera.
Pero cuando llegas eres el momento.
Eres el momento calmo del dia.
Eres la hora que acaricia el descanso.
Eres el preludio que invita al romance.
Eres el embrujo de los senderos de la noche.
Eres el acto de amor que compensa toda espera.
Y cuando nuevamente amanece y te vas,
queda tu recuerdo enredado en mis sábanas.

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No esperes que el tiempo hable

El tiempo nunca dirá nada, es tan solo un testigo,
mudo, ciego y no tiene reloj ni calendario.
Los sentimientos los dicta el alma,
el corazón sin pensarlo en dos por tres los redacta
y antes que salga el sol, al viento lo gritan los labios.
Por eso vida no digas dejemos que el tiempo diga,
pueden terminar los días y el tiempo no dirá nada.

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Te veo Luna

Con la luz apagada mis ojos abiertos se llenan de ti,
abro la cortina del cuarto para saludar a la noche
y te veo luna, jugando y corriendo en mi patio,
escondiéndote risueña entre los árboles de otoño,
con sonrisa de novia y cubierta con pijama de nubes.
Miro tu rostro y en tu mirada llevas la noche y el dia.

Así es el amor

Vicente Herrera Márquez

El amor no tiene explicación.
Es magia, es misterio y es pasión;
es creencia, es fe y es religión;
es dogma, es por que si, o es por que no.
No es tiempo, no es gestión ni capital.
No ocupa lugar en el espacio,
pero es tan grande que llena alma y corazón.
No se compra ni se vende,
no es producto que se trance en el mercado,
pero en el mundo no hay tesoro ni caudal
que tenga su valor.
El amor es sustantivo, es sujeto y predicado
y amar es el verbo que conjuga su sentir.
El amor no se crea ni se inventa,
no hay que armarlo o buscarlo en los rincones,
es espontáneo y aparece sin llamarlo.
Nace de repente sin querer,
después de una palabra, un gesto, una mirada;
también nace de la nada y puede ser casual,
simplemente nace y nace grande.
Así es el amor, y no hay que preguntar,
pues no tiene, no tiene explicación.

Ven a mi morada

Vicente Herrera Márquez

Ven,
ven temprano a mi jardín.
Ven alegrando con tu risa el camino,
no te distraigas y escucha solo mi llamada.
Yo te estaré esperando en una alfombra de flores,
para entregarte mi cariño amarrado a un ramo de rosas.

Ven,
ven con lápiz y cuaderno.
Ven recorramos juntos el abecedario,
buscando palabras hermosas pero sencillas.
Yo escribiré sustantivos, tu escribirás los verbos,
y entre los dos haremos los mas lindos versos de amor.

Ven,
Ven a mediodía a mi morada.
Es casita pequeña que solo me alberga a mí,
tiene puertas abiertas para que puedas entrar y salir.
Mi abrazo te esta esperando para entregarte todo mi amor.
A mi mesa te sentaras y seré yo quien te sirva dulce manjar de amor.

Ven,
ven corriendo esta noche.
Ven desnuda, con tu vestido de luna,
no te detengas, mi cama te estará esperando.
mi piel, mi boca y mis brazos ansiosos te darán calor.
Pero si vienes, ven por que tú me amas y no solo por que te amo yo.

domingo, junio 24, 2007

El amor que yo te doy

Vicente Herrera Márquez

El amor que yo te doy,

tiene la distancia de venir andando,
suma los caminos de mis pies cansados,
resta descuentos y esperanzas truncas,
se despoja de caricias que dejaron marcas
y con mirada limpia, sin mirar atrás, busca tu cariño.

El amor que yo te doy,
es de adulto que parece niño,
es de poeta de palabras mínimas.
Pretende venir del espacio y de otros confines,
pero es bueno, muy simple y sencillo
y tan solo pretende entregarte verdad

El amor que yo te doy,
tiene la presencia de mi cuerpo entero,
te entrega las caricias que han aprendido mis manos
y te trae besos guardados por tiempo en mis labios.
También trae el arrullo de palabras dulces
y un torrente de estrofas repletas de amor.

El amor que yo te doy,
puede ser el último que entregue mi corazón gastado,
quizás es el prólogo del final de mi novela
y puede ser el acto culmine de la comedia de mi vida,
que ha encontrado en el teatro de la historia
el final y la heroína que siempre busqué para la trama.

Nuestras noches

Vicente Herrera Márquez

Te siento algunas noches, cuando entras en mi cama,

y acurrucándote en mis brazos me cuentas tu dolor.
Me hablas de caminos recorridos,
de amores que se fueron y de marcas que dejaron.
Recuerdas pasajes familiares que arrancaron esperanzas
y en maniobras solapadas te quitaron libertad.
Me cuentas lo azaroso del camino de la vida,
de los escollos que has tenido que salvar
y la dificultad de entender la descendencia,
que critica, maldice y actúa con crueldad.

Otras noches llegas alegre
y con tu risa espantas las tristezas enquistadas,
en la funda de mi almohada cuando pienso en soledad.
Disipas mis dudas con palabras precisas
y alejas fantasmas que rondan mi mente y mi cama.
Te cuento que abrazo un cojín que tiene tu nombre
en las horas que tu a mi lado no estas y estas en tu cama,
te digo que tiene dibujado tu cuerpo, tu boca y tu sexo
y eres tú, en las noches que otros brazos te abarcan,
pero con besos me convences que no debo pensar.

Y hay noches que llegas voluptuosa,
a llenar las horas con deseo y con pasión.
Me desnudas, te desnudo, desnudamos a la noche.
Nuestros suspiros y quejidos ahogan el canto de Serrat
y la luna en la ventana, sonrojada, se esconde en una nube,
dejando a nuestros cuerpos navegando en las penumbras
y mis labios a oscuras buscando el camino del placer,
mientras tus manos impacientes van estrujando mi pasión.
Cuando Selene vuelve a aparecer somos dos, somos uno,
somos todo, somos tu y yo, entregados al amor.

También hay noches que sufro por tu ausencia
y muero un poco cuando el frío me dice que no estás.
Se hacen largas las horas y duele el pensar en tu verdad,
apresada en otros brazos y prisionera de otros besos,
amarrada a circunstancias que obligan los papeles,
como también principios y compromisos de moral.
Son noches que matan esperanzas y producen desazón,
dejando en la boca sinsabor y en el alma soledad,
que cierra los caminos y oscurece el día y la razón
dejando en el balance del amor una cuota por pagar.

Pero hay noches que soslayamos los problemas,
y nos dibujamos en senderos bordeados de libertad,
venciendo escollos y rompiendo barreras insensibles
que no entienden los códigos inentendibles del amor.
Recorremos tu geografía y mis espacios siderales
buscando respuestas en los rincones escondidos,
y las encontramos y nos dicen adelante avancen sin temor.
El amor rompe todas las barreras y no le interesa lo legal
y cuando es verdadero con razones también vence a lo moral
y en los caminos del hombre, aunque duela triunfará.

Mar y continente

Vicente Herrera Márquez

Hay circunstancias que separan
y compromisos que amarran,
algunas puertas que se abren,
muchas están entornadas
y otras que siguen cerradas.
Hay cortinas entreabiertas
que esconden ojos que observan
y entre puertas y ventanas
muchas rendijas espiando.
Hay distancias tan extensas
como océanos y continentes,
son mares con mil temores
y montañas de papeles.
Hay lazos y una frontera,
lazos con nudos ciegos
y una frontera legal.
Y entre distancias y nudos
no queda mas que esperar.
La espera puede ser larga,
tanto como de aquí al olvido
o tan corta como decir:
ahora y comenzar a correr.
Habrá que esperar algún tiempo
hasta que llegue el momento
en que faltará solo un día.
Y ese dia puede ser largo,
como tener mas horas que un mes,
pero sin mucho pensar presiento,
que la espera tendrá un final
y será en tu cama o la mía,
pero al ocaso del día
en una seremos dos.

domingo, junio 17, 2007

Mi destino en tu balanza

Vicente Herrera Márquez

Si algún día en horas de invierno no tengas qué hacer,
hojea ese libro que escribo en las horas que restan del día.
Cuando tus ojos recorran las huellas que dejan mis letras,
encontraras en muchas palabras mi forma de ser.
Podrás leer mi niñez, mi juventud, mi alegría y mi dolor;
mis esperanzas de antaño y mis soledades de hoy;
mis risas, mis llantos, mis juguetes y mis juegos de azahar;
aquellos juguetes sencillos y pobres con los que aprendí
y esos juegos del destino, con los que jugué y perdí.
Encontraras mis romances, mis amores, mis poemas dulces;
proyectos, inicios, fracasos y los hijos que también perdí.
Conocerás del ímpetu que tuvieron mis músculos jóvenes
y del desgano que invade el transcurrir de mis años lentos.
Te darás cuenta que en la vida frente al poder grite verdad,
pero a la hora de beber el triunfo también mentí.
Veras que no doy consejos, pero si predico y mucho predico,
mas nunca practico, igual que el cura de aquel refrán
Nunca en mis escritos, ni entre líneas, leerás insultos,
a menos que yo mismo, en forma directa, me los diga a mí.
Lee mis últimos versos y en todos encontraras tu nombre
veras un: Te amo, escrito con letra clara de puño muy firme
y te aseguro que todo en la vida me enseño a no mentir.
Cuando tu mente recoja y traduzca lo que leen tus ojos,
pon todo en la justa balanza que equilibra la vida,
observa a que lado se carga y mi destino lo decides tu.

En un boulevard del centro

Vicente Herrera Márquez

Desperté soñando que hoy te vería,
que hoy encontraría a la mujer que vive en mis sueños.
salté de la cama, tome una ducha y me di un café.
A medio vestir, salí corriendo, tan solo con un calcetín.
El metro repleto, me hizo un espacio y me dejo subir.
Un millón de personas y cien estaciones me vieron pasar.

En un boulevard del centro te busque entre la gente,
trajiné en las vitrinas y pregunté a los espejos.
Busque tu nombre en afiches y portadas de libros.
Mire maniquíes vestidos con ropas de invierno
y acaricie otros que tenían tan solo calzón y sostén.
Imagine muchas cosas, incluso que tú me buscabas a mí.
Vestí mil cuerpos con botas y jeans ajustados,
pensando que así te gusta tu figura lucir,
a otros les puse peluca color rojo marrón
y mientras lo hacía gritaba tu nombre.
Pinté tus ojos y labios en la cara de mil mujeres,
creo que nunca en la vida a tantas miré
y mientras lo hacia cantaba tu nombre.
En orejas contaba aros y en frentes buscaba años,
no buscaba una joven, no buscaba una anciana,
tan solo quería encontrar una huella marcada
que dijera muy claro: quien buscas yo soy.
Tu nombre murmuré muy cerca de oídos,
esperando que un par de ojos mirara al oírlo decir.
Como loco te encontraba y entre la gente te perdía,
y sin importar el frío y la lluvia del invierno
susurraba, cantaba, gritaba tu nombre mi amor.

Sentí que me rodeaban, alguien me tomo de un brazo,
contento pensé que eras tú, alguien me tomo del otro
y también, ya en el limbo, pensé que eras tú.
La gente miraba, todos hablaban y todos reían.
Un guardia me tomo las manos y me regalo dos pulseras.
Dos policías me ayudaron a una limusina subir.
Una mujer hermosa vestida de blanco me tomo las manos,
en su bello rostro estaban tus ojos y también tu sonrisa.
Con emoción te salude: Hola mi amor ¿Cómo estás?
Tanto que tardaste en llegar, me estaba volviendo loco.

martes, mayo 22, 2007

La llave y el ariete

Vicente Herrera Márquez

Son cientos de páginas que descifro cada noche

mas no logro entender el misterio de tus códigos.
Me hago parte de ti en los capítulos de dolor,
me pierdo contigo en el laberinto de tus sucesos
y buscando una casualidad en recodos y gavetas,
siento que mis mejillas se transforman sin querer,
también en el camino recorrido por tus lagrimas.

Un día eres el ave fénix que renace del olvido,
extendiendo alas y sentidos abrazando inmensidad,
al siguiente nuevamente te sientes cautiva del pasado
y regresas buscando las caricias de aquel que ya se fue.
Hay momentos que tus ojos se llenan de presente,
al tiempo que tu voz encanta y canta de hoy la melodía,
pero al poco andar te sumerges en mares de silencio
y tu vista mira atrás perdiéndose en sombras de nostalgias.

Dime prisionera de esa imagen grabada en el recuerdo,
cual es el discurso, la oración o tan solo las palabras,
que al pronunciarlas sean la llave que abra aquel encierro
o sirvan de ariete que martille y destruya esa muralla,
para traerte liberada a los caminos que te alejen del ayer.
No importa si soy o no soy tu meta u oasis del presente,
pero si quiero ayudarte y ser el compañero temporal,
hasta que cumplas el sueño que vive en ti latente
y que derramas escribiendo en los reglones de tu vida.
Aquel de lograr como mujer, algún día, la gloria y el amor.

No borres palabras

Vicente Herrera Márquez

Señora que visitas mis noches, dime:

¿Dónde te encuentro en vigilia?
Dime señora, confidente de sueños
¿En que lugar del pensamiento te haces realidad?
¿Dónde estás en las horas, cuando no escucho tu voz
y en las que mis sábanas no saben de ti?
Llego a pensar en el tiempo que dura la espera,
que ese rato entretiene otro ensueño,
que visita tu espacio y da vida a tu sueño.
Mientras yo solo escribo y espero de ti la llegada,
es tu verso el motivo para que otras palabras
te conversen y abriguen la noche de otoño.
En tanto la espera, acurrucado en la cama
buscando calor para el frió que siento
y de a poco o en mucho se enquista en mil dudas,
que como agujas se clavan en el cuerpo y el alma,
no sabe si dormir, olvidar, llorar
o dejar simplemente que llegue mañana.
¿Por qué? si sabes que tus horas ya tienen dueño,
me dices que al tiempo no apure y deje que él diga
lo que tu por ahora quieres y no puedes decir.
Y esas palabras escritas a mitad de la noche y la espera
que dicen que mucho te doy pero más no esperas de mi
no las borres, ya las leí, es tu mensaje y yo lo entendí.
Al escribir y borrar muy claro me dices
que ya terminó ese tiempo que tenias para mi.

miércoles, mayo 16, 2007

Hijo de Antares y el Sol

Vicente Herrera Márquez

No te enamores de mí,

no soy el hito final de tu destino,
ni tampoco el arquetipo de amante que deseas,
no podría ser el príncipe de tu cuento de colores,
ni siquiera acompañante por los caminos de la vida.
No creo en religiones, ni en milagros, menos en destinos,
para mi los dioses son leyendas y sus concubinas, las diosas.

No soy pecado, ni capricho, tampoco soy bocado.
Soy un simple extraterrestre engendrado en el espacio,
después de una loca conjunción de Antares con el Sol,
en una orgía de galaxias en los confines del Big Bang.
Fui traído como germen a la tierra en un meteoro,
cuando humanos en orgía de sangre se peleaban,
se mataban para saber quien era mas fuerte o el mejor.

Fui germen repartido por la tierra en minúsculas partículas
e inyectado en racimos de ovarios de mujeres germinales,
y en gónadas urgidas de hombres con esperma acelerada.
Soy uno de unos pocos repartidos al azar en el planeta,
y no se si me controlan, soy libre o un engendro prisionero,
que llegado el momento de las cuentas, antes de morir deba partir,
a rendir mis andanzas por el mundo y quizás, saber de que serví.

Wisky, piel y chocolate

Vicente Herrera Márquez

No fue noche, no fue día,

fueron susurros apagados por cortinas para el sol,
y suspiros alumbrados por la luna en los cristales.
Fueron besos de alcohol, ardor y sabor a chocolate,
fueron manos ebrias teñidas con color de piel,
de piel perlada, humedecida en el rocío del deseo.

Fue noche larga, fue corto el día,
festín de horas guardadas en el bolsillo de la espera.
Fueron horas prisioneras entre cuerpos apretados
que diluidas y estrujadas en momentos presurosos,
escurrieron como agua por debajo de la puerta
y se fueron sin saberlo entre ocaso y madrugada.

Horas largas, momentos cortos,
tiempo ahorrado poco a poco en el trajín de cada dia,
para girarlo cada tanto en las cuentas del amor,
cualquier dia con su noche en una cama de motel,
contando y alargando los minutos que se encogen
y tratar que no se escondan en los punteros del reloj.

Wisky, piel y chocolate,
mezcla fuerte, ardiente y crepitante como fuego,
cóctel de espera y de encuentro en fines de semana,
espíritu de tierra diluido en sumo de grano y sol
con gusto a leche dulce y color-sabor de fruto tropical,
diluido en sudor de pieles excitadas en noche de placer.

El payaso

Vicente Herrera Márquez

En la pista del circo pobre de carpa remendada,

vestido con colores cosidos en traje de payaso
y una falsa carcajada dibujada en su semblante,
noche a noche va contando mil historias,
leyendo y simulando sonrisas, risas y sollozos,
al mismo tiempo que arranca del libro con su historia
chistes viejos, poemas simples y sus páginas de vida.
La música de una trompeta languidece en sueños olvidados,
un borracho en lo alto llora cuando habla de tristeza,
el hombre de goma se estira en un bostezo interminable,
el adusto domador no restaña latigazos en el aire
y los viejos leones de gruñido gastado, solo duermen,
sin entender por que el payaso de la falsa carcajada
hace que todos rían mientras él por dentro esta llorando.
Cuando mira al público con alegría fingida
los niños inocentes aplauden, gritan y ríen con él,
en cambio los grandes que entienden de que habla
pudiendo fingir, no saben ser niños y se mofan de él.
Es el payaso que en escena disfraza su cara de risas,
En el oscuro camarín de despoja de la alegría pintada
y en un rincón de la noche, con la lluvia o con la luna,
se quita el traje de payaso, se viste de penas y amargura,
y rumiando soledad se pierde en la pista del circo de la vida.

viernes, mayo 04, 2007

Las puertas del templo

Vicente Herrera Márquez


Quiero entrar al templo de estructura universal
que es simiente de la vida.
Quiero entrar y recorrer el continente
de un cuerpo de mujer.
Quiero entrar en ti por todos los caminos y senderos
que como mujer puedes ofrecer a un hombre.
Quiero entrar a tu mente encaramado en tus pensamientos
y amarrado a un sentimiento.
Quiero entrar por tus ojos en un haz de luz
que se grabe en tus retinas
y trasmita a tu cerebro la imagen de mi amor.
Quiero entrar por tus oídos como susurro de una brisa,
como canto de calandria,
y como bramido de trueno que retumbe en tus entrañas.
Quiero entrar por tu olfato como aroma de lavandas,
como perfume de noche ardiente
y como esencia de hombre
estrujada de mi cuerpo por tus brazos.
Quiero entrar por tu boca como sabor de piel curtida por el tiempo,
succionado por tus labios
y degustado por las papilas de tu lengua.
Quiero entrar por tus poros como mezcla de sudores
y ungüentos de hierbas orientales.
Quiero entrar por el camino exquisito del placer
y unirnos en rito sublime de caricias, de pasión y deseo compartido,
hasta alcanzar la gloria
y vernos reflejados en la cara oculta de la luna.

miércoles, mayo 02, 2007

Luz abierta y ojos encendidos

Vicente Herrera Márquez

No te ocultes en las sombras,

al amor no le gustan las penumbras.
Despeja los cristales, abre las cortinas,
deja que ilumine la mirada de la luna,
para que entre la cama en el espejo,
y la noche vea como hacemos el amor.

Tu cuerpo es bello, no lo ocultes,
quita la sábana que cubre tus encantos,
tu figura es deleite de cámaras y artistas
dale a mis ojos el placer de contemplarte.
Permite que el aire de mi cuarto te acaricie,
no impidas a mis manos codiciosas
palpar y acariciar el terciopelo de tu piel.
¡Ayyy, tu piel! No escondas esa piel.

Despeja los contornos ondulantes
y muéstrame el curvado continente.
Repleta la cavidad dúctil de mis manos
con las formas redondeadas de tu pecho.
Deja que mis falanges inquietas
vaguen por tus valles temblorosos
y permite que mi boca sedienta de tu miel
busque en el diapasón tenso de tu cuello,
los puntos que al pulsarlos con mis labios
te hagan arder como hoguera de pasión.

No tengas vergüenza ni temor,
mira sin pudor mi reflejo en el espejo.
Haz lo mismo a mi cuerpo que espera
que imites lo que hace mi deseo con el tuyo.
Mírame, mi piel es un libro de hojas vivas,
donde puedes ver años y caminos recorridos,
pero también puedes leer las letras que te cantan.
Humedece con tu boca los surcos de mi piel.
Con tus manos amasa mis músculos cansados.
Late vibra, libera tus instintos amarrados
y haz que se rebelen en tropel mis deseos contenidos.

Que la mirada de la luna que nos mira en la ventana
explote en luz y se iluminen las paredes
para que hagamos el amor a luz abierta y ojos encendidos.

jueves, abril 19, 2007

Mujer en letras

Vicente Herrera Márquez

Estoy pensando en ti,

te imagino escribiendo tu historia,
corrigiendo algún cuento de niños,
narrando los hechos de un pueblo,
estampando en un libro senderos andados
o agregando una coma a un poema de amor.

Vuelo y pienso en palabras,
que brotan cantando de una pluma sutil
y las vas transformando en estrofas
de lindas vivencias que quieren volar,
mientras el viento espera en tu puerta
mil cientos de páginas repletas de amor.

Te veo cumpliendo un sueño,
hilando oraciones que tramas en versos,
recordando secuencias de horas vividas,
con dulces promesas y amargas mentiras
o metas cumplidas, romances y fruto de amor.

Te pienso y te veo escribiendo,
narrando pasados y soñando esperanzas,
poniendo en letras pasajes de vida y dolor,
inventando la historia de un árbol solitario,
entretejiendo un mundo de magos y amantes
o poniendo fin a un poema de amor.

Desnuda de luna

Vicente Herrera Márquez


Llegas noche a noche
con trajes distintos,
pero siempre vestida de luna.
Si ella es menguante
cada día que pasa
tu falda se alarga.
Cuando llega a nueva
vienes misteriosa,
vestida de gala y cubierta de negro,
con sedas y encajes para noche larga.
En tanto va creciendo
tu falda se acorta, se acorta,
mientras que tus piernas
se alargan, se alargan.
Y cuando ella es plena,
¡Aaay! Cuando ella esta llena
vienes hermosa,
corriendo desnuda,
ofreciendo a mis manos
la piel de la luna.