martes, marzo 18, 2008

Un año más corazòn

Vicente Herrera Márquez

Te acuerdas compañero, hace un año conversamos,
poco lo hacemos, cumplíamos no se cuantos,

de los tantos que juntos hemos escrito una novela.
Te das cuenta como los días y meses pasan,

te das cuenta como a pesar de la canícula y la nieve,
casi sin pensarlo, hoy cumplimos uno más,

que al sumarlo a los demás son décadas de travesía.
Y otra vez, celebrando juntos, aquí estamos, corazón.

Nuevamente brindaremos por la esperanza y la ilusión.
Por lo pasado, lo andado, lo soñado y lo olvidado.
Por lo comido y lo bailado, por los triunfos y fracasos.
Por las espinas ganadas y los laureles perdidos.
Por los rieles del destino y las estaciones vividas.

Por la salud, el buen vino y el tiempo que nos queda.
Por los amores de primavera y las despedidas de otoño.
Por los veranos calientes y aquellos inviernos helados.
Por el primer amor y todos los amores del camino.
Por el gran amor y también por los amores robados.

La avenida del ensueño se vestirá de carnaval,
las comparsas de recuerdos harán un corso sinfín,
mientras tu y yo saltando seremos Arlequín y Pierrot,
y brindando eufóricos, cantaremos a la vida y el amor.
Esta noche los bares de par en par abrirán sus puertas,
para que corra, como un río, el vino y alegre el carnaval.
Las chicas pintadas de la calle en pícara ronda giraran,
los mendigos soñolientos bailaran al compás de un tango
y la calandria mañanera trinara un himno de aniversario.

Sí corazón, alarguemos esta noche viviendo en plenitud.
¿Quién puede saberlo? Puede ser la última de cumpleaños.

Tu y yo corazón, creo que a estos tantos de la vida,
aprendiendo, trabajando, amando, creando y criando,
muchos dirán que no, pero ¿la verdad? ¡Merecemos carnaval!
Y bien sabes corazón que aquella mirada de luna traviesa
que hace un año, entre nubes, un ojo nos guiñaba,

mientras nosotros aún nos mecíamos en una brisa pasajera,
hoy esta aquí, con nosotros, y nos quiere corazón.
Por ella , por ti, por mi, brindemos amigo que lates en mi pecho
y gritemos a pulmón abierto, contra viento, marea y todo,
que hoy también nosotros, la llevamos a nuestro lado.
¡Sí! ¡Porque mucho la queremos... y amamos, corazón!


HACE UN AÑO

sábado, enero 19, 2008

Corre, ve y dile

Vicente Herrera Márquez

Tu que lees lo escrito bajo el disfraz de mis letras,
corre, ve y dile a mi amada que mis palabras la llaman.
Dile que si yo escribo te espero, quiero decir ven corriendo.
Si mis palabras expresan te siento, lo que dicen es te quiero.
Y si dicen pienso en ti, le están confesando mi amor,
el que ya no puedo callar ni mantenerlo escondido.

Tu que la vida has vivido y se que sabes de amores,
enséñale a la que quiero, que en mis versos la estoy amando,
que mis problemas se esfuman cuando presiento que viene,
que también la siento cerca cuando me invade la ausencia,
y que en mis quehaceres del día la llevo siempre a mi lado,
aunque los avatares del tiempo me resten trozos de vida

A ti que analizas las letras en el revés de mis páginas,
quiero pedirte que seas el heraldo pregonero de mis sentires
y le hagas entender a ella con tu paciencia y con calma,
que en mis palabras sencillas esta mi canto del alma,
que se desgarra en estrofas para ofrecerle mis manos,
y entregarle toda mi vida, hasta el suspiro postrero.

Eres viento

Vicente Herrera Márquez

Eres la musa que inspira sentimientos.
Eres la mujer que viste con palabras
mis páginas desnudas.
Eres la ilusión que invade los sueños
y llena los minutos de vigilia.
Eres la poetisa imaginaria de letras
que le da sentido a mis palabras,
le regala sustantivos…
y pone verbos a mis versos que te cantan.
Eres la silueta de contornos curvilíneos
que invade el dominio de mis ojos.
Eres la artista que dibuja besos
en el espacio sediento de mi boca,
con tus labios impregnados
del jugo frutoso de tu cuerpo.
Eres la mujer que calma mis apremios,
agitando tu etérea túnica de diosa
cuando las ansias alteran mis sentidos.
Eres la dueña de las manos que acarician
mis pesares y los años de mi piel.
Eres la mujer que quiero como novia
acompañándome en el largo sendero de la vida.
Eres luz de luna que atraviesa el cristal de la ventana.
Eres brisa tibia que penetra atrevida
por la puerta entreabierta de mi casa.
Eres viento norte que despierta mis deseos,
y eres huracán desenfrenado cuando entras en mi cama.