lunes, julio 30, 2012

No sé, no debo, no puedo


Vicente Herrera Márquez

Si me piden que responda a: ¿Qué es poesía?
Sencillamente diría: No sé, no debo y no puedo.
No sé.
Porque es respuesta para filósofos, filólogos, doctores de vida y eruditos en letras.
No debo,
Pues, sólo pueden decirlo los  verdaderos poetas que con voz y letras,
trayecto, experiencia e historia pueden explicarlo.
No puedo,
Porque, aun escribiendo, no tengo un bagaje de versos,
no tengo autoridad literaria que la refrende un decreto oficial,
tampoco un diploma, un libro impreso,
un séquito adulador o un concurso ganado.

Pero si me permiten…
Algo puedo decir de lo que pienso, escribo y declamo
y que humildemente se los presento como: Mi poesía.

Mi poesía es aire que se mueve a merced del viento,
es corriente que recorre distancias,  espacio y rincones.
Mi poesía es mensaje amigo que viaja en la suave brisa,
es susurro que se escucha cercano y allende los mares,
es beso que llega a labios de mujer, como viento caliente
y será caricia en su piel si ella piensa en mis manos.

También  puede ser grito de arenga para derrocar al tirano,
crítica abierta a sistemas carentes de humanidad,
billete de pago sin valor monetario ante un pagaré de usura,
y palabra de unión en divergencias humanas carentes de sentido común.

¡Pero cuidado!
Porque puede ser mi rabia montada en truenos de viento
para combatir la ceguera de aquellos que quieren correr fronteras,
o para aplacar la furia de aquel que tiña de rojo el blanco pecho de una paloma.
Puede ser dardo de fuego para aquel que ofenda y mancille  la libertad.
Puede ser misil destructor para el mercader que trafica con engaño y dolor.
Puede ser cadena perpetua para todo aquel que le roba al pobre y al desvalido
y puede ser pena capital para los que agreden a mujeres y niños.

Será recomendación severa para el joven que a sus padres levanta la mano,
también será sermón de montaña  para aquel que aún imberbe delinque,
castigo con palabras duras para aquellos indolentes que arrojan su inmundicia al rio
y será lección de humildad para esos insensibles que pisotean la dignidad humana,  
cuando se ensañan en la voluntad y esperanza  de los que vienen de tierras lejanas,
porque hablan otro idioma, visten otro color de piel o rezan con otra oración.

Eso es todo.
Mis letras pueden ser eso, un poco más y la voz de los reprimidos que quieren gritar.
Pero por favor no hagan que yo, simple mortal que reúne palabras y las hace versos,
venga a pontificar y desde un estrado responda a esa pregunta que parece tan simple:
¿Qué es poesía?

©Derechos Reservados.

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