sábado, enero 29, 2011

Amorviento

Vicente Herrera Márquez

Nací en el viento y este me alimentó,
curtió mi piel, me enseño a rodar y caer.
También me regaló fuerzas para pararme,
y me dio abecedario para traducir su idioma.
Para el largo viaje me dio un calendario,
con días rojos de calma y otros negros de furia.
En el docenas de fechas marcadas.
Hay lunes de gloria y los hay de dolor.
Martes ciñendo laureles, otros espinas.
Miércoles de billetes y otros juntando centavos.
Jueves de luces brillantes y ¡Cuántos de oscuridad!
Viernes prometedores y viernes de perdedor.
Sábados de descanso y otros agotadores.
Domingos de desazón y cientos con mucho amor.
El almanaque en el trayecto se cumplió,
lo bueno, lo malo, lo dulce y lo amargo se fue dando.
No aprendí lo que es derrota, tampoco lo que es triunfo.
En el camino solo aprendí a vivir, gozar, sufrir y amar.
Viví tropezando y cayendo, pero viví.
Gocé de lo bueno, no lo tuve todo, pero gocé.
Sufrí con dolor del alma y el cuerpo, pero seguí.
Y amé.
Sí, amé.
Con cuerpo, con alma, con esto, aquello, con todo.
Amé.
Pero hay una fecha marcada que no sé lo que es.
Hay una marca que indica meta final.
No la entiendo, pues dice volver al principio.
Sí, volver al principio, volver a empezar,
y asegura que allí en esa remota estación
unos ojos muy claros me van a esperar,
unas manos tiernas me darán todo el calor,
unas palabras suaves me enseñaran más letras
y unos labios dulces, muy dulces, aplacaran mi sed.
¿Serás tu viento furioso quien me esperará,
disfrazado con traje de apacible brisa?
¿Serán mis ancestros de raza y color,
con atuendos antiguos y paisajes de ayer?
¿Será la postrera musa que inspire el verso final,
vestida con sedas, harapos y letras de amor?
¿Será aquella señora que todos pintan negra
y que siempre espera en el tramo final?
¿O será mi espíritu que se sintió engañado
y vuelve gastado y cansado al punto de origen,
buscando encontrar un nuevo calendario?

No hay comentarios.: