domingo, octubre 09, 2011

Pequeñeces

Vicente Herrera Márquez


Pocas palabras que no alcanzaron para un poema

Lo que quedó

Tus labios y mis labios quedaron
sedientos
de los tuyos y los míos.
Tus manos y mis manos quedaron
vacías
de tus contornos y los míos.
Tu mirada y mi mirada ciegas quedaron
sin el reflejo
de tu imagen y la mía.
Tu libro y mi libro de memorias quedaron
con páginas en blanco
y algunas
con versos inconclusos.


Pasaje para el olvido

En esta valija enorme me llevo el tiempo,
el tiempo que tú me diste y no quiero devolver.
Pero antes que te vayas te doy gracias.
¡Gracias! Gracias por el pasaje para viajar al olvido.


El día que yo muera

Recoge mis páginas dispersas por el mundo,
que por años de mis cuadernos arranqué.
Ojalá las logres juntar y si las unes en versos,
recién te darás cuenta que el tiempo pasó y murió
y nunca te diste cuenta de cuánto te amaba yo.


Flor de almendro

A mediados del invierno se hizo flor el almendro,
se acordó que año tras año hay un mes que viste blanco
y aunque este viejo no olvida que tiene que florecer.
En cambio los hombres no somos como el almendro,
con solo pasar el invierno ya olvidamos que fue otoño.


El amor debe seguir

Aunque la distancia lo marchite.
Aunque muchos se rían de él.
Aunque muchos nieguen su existir.
Aunque los poetas lo maldigan.
Aunque cause guerras y destierros.
Aunque victimas de él vivan enclaustrados.
Aunque en su nombre asesine el hombre.
Aunque por él los amantes se suiciden.
Y aunque tú y yo sin querer o queriendo lo matemos,
en el gran teatro de la vida, el amor debe seguir.

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